Hay un hecho muy interesante en
la experiencia de ir a ver un film en pantalla grande y es el de ver la
reacción de la gente que comparte la sala con uno. Al momento de sacar la
entrada sólo sabía que la peli de Clint Eastwood tenía muchas nominaciones alOscar y que Bradley Cooper había tenido que engordar 18 kilos para preparase
para el papel. En la carrera maratónica de mirar pelis nominadas muy de esta
época (carrera que este año tiene un dejo de desánimo ya que no contamos con
filmes que nos puedan llamar masivamente la atención como el año pasado), la
elegida fue Francotirador (American Sniper) la biopic (basada en el libro del
mismo nombre) de Chris Kyle, “el francotirador más letal de la historia de
Estados Unidos”.
Volviendo al tema de la
audiencia, hay algo que logra el director y es impactar, dejar mudo, mover los
rincones de la empatía y los sentimientos sobre el Otro. Yendo y viniendo a
través de los cuatro viajes de Kyle a Irak, la película va mostrando los
cambios en el personaje, cómo lo afecta la guerra en sus relaciones más
cotidianas y elementales, la relación con su mujer Taya como hilo conductor y a
partir de ella, la relación con sus hijos, con su hermano menor, con sus
compañeros SEAL, incluso con la gente en la calle. Kyle lucha internamente en
su mirada sobre el Otro, su pelea interior entre el deber y la empatía, el
honor y la moral. En este sentido, se evidencia la influencia que tuvo la crianza
fuertemente religiosa por parte de su padre y el manejo de las armas a corta
edad.
La usual lentitud de Eastwood
para contar las historias (a pesar de la rapidez para filmarlas) aquí deja lugar
a una narrativa que fluye y en su camino nos interpela todo el tiempo. Algunos
lo criticaron por el excesivo patriotismo (del cual es muy difícil apartarse en
este tipo de historias) y otros le dieron con un caño por el tema del bebé de
utilería (sí, realmente ¿era necesario?)…lo qe puedo decir más allá de los
anteriores detalles es que la pifió al haber ignorado un recurso elemental en
ciertos momentos: la elipsis (la escena del taladro y el niño todavía me
acecha).
Por otro lado, Bradley Cooper nos
regala una interpretación de aquellas, mucho más allá de su cambio físico (que
ojo al piojo, engordar o adelgazar suma puntos para ser un Oscar winner). Este
muchacho carilindo, que empezó a pisar fuerte después del genial Pat Solitano en
El Lado Luminoso de la Vida, acá se consagra. Sienna Miller también acompaña a
la perfección, al igual que el “resto de actores que uno vio en otros lados
pero no sabe el nombre”.
IMPACTANTE. PODEROSA. POLÉMICA.
CRUDA. NO APTA PARA DEBILUCHOS.
Francotirador impacta más fuerte
que una bala a 2000 mts de distancia…sino pregúntenle a la audiencia que
después de las imágenes finales con la transmisión real del entierro de Kyle, no se animaba a levantarse de la silla.
@Eugess