domingo, 31 de octubre de 2010

Calaveras y Diablitos

Llega el ultimo día de octubre y El Gabinete va a la verdulería…



Si, lo sabemos, en estas tierras la calabaza se usa solamente para hacer puré (comida de hospital si las hay), pero a pesar de que no salgamos a pedir dulce o truco, no podíamos dejar de hacer nuestro homenaje, en un intento de re-vivir algunos clásicos, y porque simplemente nos gusta el cine y punto!


Por estos pagos se nos recuerda la víspera del día de los muertos con rankings de todo tipo en los que la mayoría de las veces Los Simpsons son los protagonistas (pa variá), además de la presentación de las clásicas “25 películas de Halloween que hay que ver antes de morir” (o convertirse en zombie) y el recuerdo de eso actores que marcaron un tipo de cine (y que después son olvidados los 364 días siguientes). Sin mencionar a los vecinos de la esquina a quienes sus padres alienados con la cultura del norte disfrazan cual carnaval.


Muchas veces se confunde el límite entre la tradición y la globalización (cómo pasa con San Patricio, mira si tuviéramos que festejar por las calles a San Genaro, las dos con el borsalino en la cabeza!!!), pero no entremos en temas escabrosos….vamos a “lo serio”.


Halloween siempre es un momento para revalorizar viejos clásicos, aquellas películas que durante noches no permitían que uno conciliara el sueño, o que simplemente nos hiciera cumplir con el mismo rito de todo chico: cerrar las puertas del placard, mirar debajo de la cama y guardar en un lugar oculto la muñeca traída de Italia por algún familiar y el peluche de Alf (y los de la generación del 60-70 recordarán a Fortunato!!! Aaaaahhhhh)


Existen diferentes niveles/tipos de terror: el gore o slasher (que es más visual), el psicológico (desaprovechado), el religioso (bombuchas de agua bendita y caramelos de incienso), el importado de oriente (el extraño de pelo largo que no usa Sedal), el político (los marcianos comunistas del 50), el de la hammer (capas, tornillos y novias), el gastronómico (entre zombies y caníbales), el de suspense (quien mucho muestra poco asusta), y tantos más que habitan más que en la pantalla, en los imaginarios cinéfilos.


No podemos hacer un ranking de las 5 películas que más nos asustaron o que más adoramos o que etc, ni siquiera entre nosotras dos, sencillamente porque el miedo es tan subjetivo como el límite que le ponemos a lo que consideramos real (ya lo decía Mulder: “I want to believe”).


Igual levantamos el estandarte hacia aquellos filmes que menos muestran haciendo que sea uno el que agregue el grado de terror (siempre diremos de manera unánime que no hay como “Cuando un extraño llama”…aunque véanla sólo una sola vez y si es posible sin el final).


Entre tanta maroma de remakes, sagas y otras yerbas queremos que cada uno recuerde esas pelis que quizás no los dejaron dormir pero a la vez los volvieron un poco más devotos del cine, sean clase A B o Z, sea Argento, Hitch, Carpenter, Craven, Romero, Ibañez Menta, etc, etc, etc, etc…….


Por eso, he aquí la lista nuestra de cada día:
¿Dónde?
Sótanos y áticos (siempre con la lamparita pendulando…)
Bosques (cero urbanización… distancias al estilo supercampeones)
El cuarto debajo de la escalera (lugares inútiles que solo guardan monstruos…)
Tuneles de ventilación (limpitos y brillantes por donde corre Mr. Musculo)
Moteles alejados (aka Hosterias criollas)
Hospitales abandonados y Manicomios (después se quejan de los dispensarios…)
Iglesias (que de por si siempre dan miedo…)
Cementerio abandonado (tipo La Piedad para el que vive en Rosario…..nunca un “El Prado”)
Van, casas rodantes y campings (dormir afuera sale caro…)
Route 66 (… tengo la mente confundida de tanto esperar a ese hombre que me lleve…)
Armario (mejor matar con naftalina…)
Muelles (siempre el agua esta varios grados por debajo de la temperatura ambiente…)
La estación de servicio (con ese playero siempre tan particular y con problemas en las articulaciones)
fisic to rol
Rubia tonta pechugona (que de seguro se le ve una lola…)
nerd buena (.. a la que llaman “ensalada de frutas”)
Chico cool (que levanta pesas y es el capitán del equipo de futbol)
nerd y si es posible geek (que seguro se masturba)
Caníbales (con una dieta a base de cerebros y demás órganos…)
Sheriff (sobrero, anteojos Ray-Ban y bigotes…)
Periodistas (nunca comunicadores)
Hermano en el loquero (con pijama a rayas…)
Curas, Monjas y Pastores (nunca Rabinos…)
Niña poseída y niños demoníacos (las nenas con las nenas, y los nenes con los nenes…)
“La vieja de los gatos” (todos tenemos una en la familia…. )
La embarazada inmaculada (que seguro no lo buscó….)
alienigenas (caaaall hooooome....)
Payasos (mas que risa dan miedo...)
para la cartera de la dama o el bolsillo del caballero...
Cajas (casi mojadas en algún rincón)
Filas y filas de legajos (sucios y desprolijos)
Colección de armas blancas sobre la mesada (desde un cuter hasta un hacha oxidada )
Sierras y tijeras (
Tanque sin “gasolina” (y nunca una estación cerca….)
Celular sin batería (amen que el guion lo demande…)
Cámara con visión infrarroja (para verte mejor…)
Cruces (pobre Lito … Nazareno… y Penelope … Cruz)
Espejos (espejito espejito… si Lacan lo supiera)
Pájaros (Hitchcock siempre tuvo razón)
Muñecos (Chucky era un bebé de pecho…)
Quijas, copas y rituales varios (para que jugas si te arrepentís…)
Linternas (porque los fosforos se mojan… ni verde ni mágica)
Delantal de carnicero (no hay Trenet que valga)
Mascaras (el Fantasma de la Opera un niño caprichoso...)
Acontecimientos
Acto sexual en la hierba (el pastito siempre fue mas tentador…)
Plagas (químicas o religiosas pueden optar…)
Viajes de amigos (y si es posible en un auto descapotable)
Cortes de luz (la EPE no invirtió lo suficiente…)
Fiestas varias (donde el alcohol es el Gatorade de las victimas…)
“Spring-break” (a falta de paro, buenas son las vacaciones de primavera…)
Navidad (el Grich un osito de felpa)
San Valentin (el corazón en bandeja…)
Misceláneas que nunca pueden faltar…
Bruma, vapores y demases gases (London baby!!!)
Sueños (fucking inconsciente…)
Tormenta (llueve sobre mojado)
Complejos de la niñez (Llamen a Freud)
Animalitos muertos (Poe y King de para bienes )
Sombras en los pasillos (todo llevamos un expresionista adentro… sombras nada mas!!!)
Sonido de respiración en el teléfono (Dios salve al identificador de llamadas…)
Crujidos (puertas y pisos que necesitan una pulida…)
Infantes con ojo rojos más allá de la foto (niños de mirada penetrante… eye contact a full!!!)
Sangre no-coagulada (por que no tomaron su Aspirineta de hoy…)
Teles y radios (No humanos que escondían algo….)
Luna llena (♫ luna, luna, tu sabes que la quiero... ♪)
Escaleras (una imagen que vale más que mil palabras para representar)

Y no nos olvidemos de esos monstruos y monstruitos que aterraron diferentes épocas… capas y tornillos, bolas de pelos y zombies caminantes, que capaz ahora no nos causan miedo sino mas bien risa, o son la excusa perfecta para algún que otro disfraz, pero que fueron los responsables de generar alaridos en el silencio y oscuridad de una sala de cine...

It's Halloween time....las calabazas ya están en la cancha, así que si tuvieran que elegir: ¿a qué película le darían la medalla de oro a la más creepy de todos los tiempos? ¿Existió? ¿Hay algún tipo de terror más atractivo?

¿Demasiadas preguntas?

vanemaz & GGss

viernes, 22 de octubre de 2010

Vade Retro, Satanás

Marcos Mundstock: Belcebú, Lucifer, Luzbel, Mefistófeles, Satanás...
Daniel Rabinovich: ¿Bochini no juega?
(el sendero de Warren Sanchez)


hemos sido testigos de centenares de demonios tomando el cuerpo de jovencitas desprotegidas (que mereceria y lo van a tener, un podio exclusivo...) o de pactos extraños con consecuencias aun más extrañas para los que se atreven a no cumplir con lo rubricado a sangre... y en todos los estos casos existe un único responsable... aquel que tatua numeritos en las nucas de los chicos, que invitaba a danzas y sacrificios (fiestitas dirian algunos....) en oscuros bosques, para el que seducir y tentar son los pecados capitales más "entretenidos".... estamos hablando del mismísimo Diablo, ese Ángel Caído que hace de las suyas en La Biblia, y que tiene apariciones memorables en la pantalla, he aquí nuestro podio no muy cinéfilo...


puesto 3: Ned Flanders
("Treehouse of Horror IV: The Devil & Homer Simpson", 1993)

el santurrón de Flanders era una elección cuasi-obvia para interpretar al malo. Homero hace lo que sea por una rosquilla, hasta llega a vender su alma (trato trillado si los hay). Tras deglutirse el último bocado, deberá enfrentarse al Juicio Final por la potestad de su ánima... asesorados por Lionel Hutz, la familia Simpons sacará un as de la manga... o un mantel de restaurant...



puesto 2: José Sagasti
("El Garante", 1997)

muchos podrían decir de que en la Argentina habitan muchos demonios, pero para Sbaraglia El Diablo tiene la cara de Lito Cruz.
Las herencias no siempre son casas en la costa o cuentas bancarias, existen algunas dificiles de afrontar por los beneficiarios, y mas cuando papá nos pone de garantes en el pacto con el Señor de los Infiernos... Sagasti le va a hacer la vida imposible a Martin para intentar cumplir con las cláusulas de ese antiguo acuerdo de voluntades... muertes, misterios, viejos secretos son revelados en esta sorprendente ficción nacional (si no la viste, estas a tiempo...)




puesto 1:
John Milton
("The Devil's Advocate", 1997)

Junto a este, Corleone fue un bebé de pecho en la filmografia de Al Pacino, no pertenece a la Cosa Nostra pero tiene un laburito en La Tierra que muchos concideran un peligro.
Este buffet de abogados que nunca pierde esta liderado (ayudado) por John Milton que desde el momento que hace hervir el agua bendita sabemos que es "algo especial".
pero más que describirlo nosotros, vamos a dejar que él nos de (el mejor lejos lejos) los discursos en el cine






este Ángel Caído fue llevado muchas veces a la pantalla y como siempre, hemos destacado tan sólo 3 de sus intervenciones, pero esta vez vamos a agregar un Bonus Track, recordado por nuestra compañera derrapera Gise "@giselin" Botta... así que este post/podio es dedicado a ella (lectora incondicional también)... El Diablo como El Diablo



Ahora bien muchos Diablillos de la pantalla grande nos quedaron afuera, por ejemplo el simpatico padre de Nicky, Hervey Keitel en El hijo del Diablo, la androgena Rosalinda Celentano que aterrorzó a mas de uno en La pasión de Cristo, el canchero Peter Stormare con saco blanco y brea en el 007 demoniaco Constantine,
la escultural Elizabeth Hurley en Al diablo con el Diablo, el genial Gabriel Byrne que en el mismo año hizo de cura y diablo (ambos vestidos por el mismo diseñador) en Estigma y El día Final respectivamente, y hasta el querido Viggo "soy cuervo" Mortesen se dejó bigotitos para La profecia... ustedes cuales recuerda....


vanemaz

viernes, 15 de octubre de 2010

Atrapado Sin Salida ...o Buried para los amigos

Tenía miedo, debo confesarlo. Entré al cine con un pie adentro y uno afuera. Rezaba a algún santo del celuloide que tras pagar un desorbitante precio por la entrada a ese mundo, la experiencia lo valiera, aunque sea en un 20%.

Tenía el back up de algunas voces amigas cinéfilas, en las que confiaba más que en las frases del poster que muy “tirabombamente” decían “Hitchcock la envidiaría”. Y tomarse semejante atributo tenía que tener algún asidero más que el de aumentar la curiosidad del cinéfilo promedio. Pero, ya lo ven, tengo una marcada inocencia, soy de creer, me gusta creer que Papá Noel me trae regalos una vez por año, me lo imagino en el trineo sudando, alabando las piletas de todos los tamaños del Kentuky por acá cerca y la magnitud de los silos de cereal cerca de casa, acariciando a los renos con remeras que dicen I LOVE NY…perdón, me fui. Vuelvo.

Creí en algún punto, en lo que me vendía el poster, sumado al comentario que había hecho mi tío una semana antes: “no apto para claustrofóbicos”; y todo fue sumando, acrecentando el deseo de vivir esa experiencia, porque recalco, ver Buried (Enterrado por estas pampas) es una gran experiencia. Una experiencia táctil, porque, como planteaba McLuhan de la era eléctrica, es táctil en tanto compromete a todos los sentidos. Me pasó como aquella vez con Carancho, destaqué la experiencia a pesar de todo. Pero vamos al grano.

Desde los títulos iniciales y la música, sabemos con seguridad que el director es admirador de Alfred. No sé si Hitch hubiera envidiado este film, pero hubiera dicho tal vez (eso de poner frases en boca de los muertos no me va) que es acertado presentar una historia con una trama de lo más simple. Más allá de los comentarios de mi padre “que manera de hacer una película barata, un actor y una sola locación”, acá se cumple esa premisa de que en el cine, la sencillez narrativa siempre es efectiva (eso no quiere decir que alabe la narrativa, creo por el contrario que cae en los lugares comunes del cine que tanto hemos visto hasta el cansancio y que hace que uno se adelante a lo que va a pasar, por ejemplo el final).

Pero aún así, rescato el film por el lugar en el que ubica al espectador mediante los planos y la música (lo más sublime y delator del amor hacia el gordo Alfredo de todo). Se sabe, el cine que logra que uno se extrapole al otro lado es efectivo, y el español Rodrigo Cortés lo logra. La falta de oxígeno se trasladó desde el cajón de madera hasta la sala oscura con 11 personas (4 mujeres, dos jóvenes y dos jovatas, y 7 hombres, todos jovatos).

Paul Conroy (Ryan Reynolds), un contratista civil despierta dentro de un ataud que aparentemente está enterrado en el medio del desierto en Irak, provisto sólo de un celular (cargado), un encendedor. Conforme se va desarrollando la trama y a medida que empieza a realizar llamadas (con los imprevistos de siempre: no hay señal, nadie está en casa, la operadora le pregunta lo innecesario), se va enterando de la causa de su desgracia, además de descubrir que no está tan sólo en el cajón.

La gran protagonista de Buried es la cámara, que usa de juguete la emoción del espectador. El plano general, los planos detalles, el magnífico plano aberrante, el zoom up y el zoom out, el cenital, todos cumplen con sus propósitos. El diálogo acá, y siguiendo a Hitch, “es un ruido más”, genera preguntas pero después no es más que decorado, incluso, como remarqué antes, la trama es puro MacGuffin. Y el hecho de centrar la acción en un solo lugar, concentra la atención (y la tensión), ahorra los clásicos puntos de fuga que surgen en los films de parte de quien está del otro lado de la pantalla. Es difícil volar la mente por fuera de ese lugar enterrado.

Enterrado enterró las dudas iniciales y brindó 90 minutos de emociones diversas, suspenso y falta de oxígeno. Nos dejó ser pequeños Pauls por un rato (sin tanta tierra y olor a chivo).

Salí del cine con dos certezas:

- Hitchcock sigue siendo Dios

- Los españoles siguen siendo los santos de la creación de suspenso en el cine actual

GGss