martes, 25 de marzo de 2014

Shame...o la posibilidad de ver el pajarito de Michael Fassbender y la pochola de Carey Mulligan



La primera imagen nos muestra un cuerpo acostado, en estado de reposo. Una parte al descubierto, en cueros, la otra oculta bajo la sábana. La cámara de detiene allí, en silencio, como deteniendo el tiempo y el espacio. Ahí estamos, ahí nos quedamos los espectadores, sin entender pero invitados a más. 

Shame (2011) es el título que el director Steve McQueen le puso a su segundo largometraje (cuando aún era un director de corte independiente, sin condimentos Oscarizantes, o en otras palabras: cuando lo conocían sólo un puñado de freaks cinéfilos). 



Shame es una invitación a los sentidos y la oportunidad de ver el cuerpo pálido de Michael “el representante más conocido del hombre de Neardental” Fassbender en estado de plenísima desnudez (y descubrir por qué lo llamaban barba roja mucho antes de 12 años de esclavitud).

Resulta que Brandon Sullivan es un treintañero que vive y trabaja en New York; y tiene una pequeña gran adicción al sexo (es decir, imaginen, pornografía por doquier, contrata prostitutas y avanza sobre cualquier mujer que lo mire aunque sea para decirle “tenés una basurita en el pelo”). Su vida de neoyorkino cómodo en su patetismo se altera cuando recibe la visita de su hermana algo depre Sissy (Carey "no soy prima ni hermana gemela separada al nacer de Michelle Williams y cortenla con el tema" Mulligan), que literalmente se instala en su departamento. A partir de allí se verá obligado a ceder y hasta reprimir algún que otro impulso sexópata escapando de distintas formas, saliendo a ese exterior que lo obliga a enfrentarse a sí mismo (muy interesante el plano secuencia de Brandon trotando y la escena del subte que abre y cierra, por así decirlo, la historia).


La película no es más que esto, es decir, narrativamente no hay un desenlace como uno acostumbra ya que el film se queda en ese entre, no hay soluciones mágicas de problemas ni avances. Es puro presente, pura exposición. McQueen te dice “mirá, es esto, mirá bien porque es esto y no hay más”. El silencio aturde y los movimientos recurrentes producen una especie de magnetismo a la pantalla (para más info sobre el tema ver "12 años de esclavitud"). No hay reflexión inmediata, todo es puro ahora (un ahora que te pone nervioso, te harta, te cansa, te satura...lo notarán en la escena de Brandon y las dos chicas).

Los psicólogos dicen que la atracción sexual radica, en parte, en la insinuación, y en este film lo podrán comprobar por sus propios medios, o sea y que quede claro: no hay un carajo de insinuación, toda la carne está en el asador; todo son planos de desnudez, así sin más. Fassbender se pasea en bolas el 60% del film (mostrando un péndulo que no es el de Foucault) pero eso no produce nada en el espectador más que (vuelvo a repetirlo) hartazgo. 


En el fondo, Brandon es un pobre tipo más solo que Voldemort en el día del amigo. La soledad, la falta de estímulos, de sentimientos, de objetivos, la representación del sexo como consumo voraz, el otro como objeto, la carencia de relaciones y empatía: todo eso es Shame.

El vacío existencial expresado en saturación de sexo. Para el espectador: una experiencia.

@Eugess

miércoles, 19 de marzo de 2014

Sherlock Holmes: cualquier similitud con el verdadero Sherlock Holmes fue dejada de lado

Muchas veces nos encontramos con algunas grandes historias casi por casualidad, y parece que la disfrutáramos mucho más… en otras, los dioses cinéfilos parece no iluminarnos y nuestra emoción al darle play se diluye con el correr de los minutos. 

Este globo desinflado al sol lo encontramos revolviendo el gabinete de adaptaciones canónicas y no canónicas del único detective consultor Sherlock Holmes, en donde un título clásico y simple nos invitaba de la mano de (reconocido por pocos) Gareth David-Lloyd como el Dr. Watson.



La historia una vez más lleva a que Holmes y Watson deban investigar una serie de muertes que involucran criaturas un tanto particulares para la Londres victoriana. Pero detrás de todo siempre hay un monstruo peor, y se trata de un hombre que comparte más de lo que Holmes pueda deducir a primera vista.


Por dónde comenzar… Por la frivolidad ya que Watson es más alto que Sherlock, si bien ACD lo describe en Estudio en escarlata según palabras de Watson como de 1,83 m, estamos acostumbrados a que siempre (creo que Robert Downey Jr y Jude Law sea otra excepción) exista una diferencia de contextura marcada. Si bien Ben Syder es sólo 10 cm más bajo que en la literatura, el Watson que le pusieron al lado es mucho más robusto y alto (1,83 m)… detalle visual nada más. 


Pero lo que verdaderamente comenzó a “molestar” fue la historia, si bien estamos acostumbrados a las historias no-canónicas y adaptaciones con muchas libertades, esta posee algunos puntos que hacen mucho ruido como que Lestrade fue compañero del hermano de Holmes, que siendo un ex policía se llama en la historia como Thorpe Holmes, si! Thorpe!!!

Este mismo, llama a su hermano Robert!!!, aunque ACD quiso bautizarlo Sherrinford (nombre que luego tuvo el supuesto hermano mayor de ambos) y en la BBC se identificó como "William Sherlock Scott Holmes (por si buscan nombres de bebes)", el nombre de pila de nuestro detective es para todos Sherlock y el de su hermano Mycroft… no jodamos!

Pero la cosa no termina allí, ya que Thorpe es EL malo de la película. Quien utiliza las delicadas piezas de los monstruos para poder construir un traje cibernético que lo mantengan con vida, ya que según él Lastreade le había disparado por la espalda dejándolo paralitico. Pero la venganza no puede quedarse sólo con eso (actualizarse como un cybermen de la primera época) e intentará hacer estallar a Londres con un aparato que su amante/robot llevará consigo.


Este pastiche se estrenó un mes después de la versión de Guy Ritchie por lo que es considerada por muchos un mockbuster, léase aprovechemos el momento de éxito del otro y vemos que pasa. Tal vez los más ofuscados fueron quienes intentaron descargar la versión de RDJ y Law y se encontraron con esta singular historia.

No es la mejor película de Sherlock, pero al rozar tan de cerca lo bizarro no la convierte en la peor… o tal vez si… Es decepcionante y muy poco creíble, pero la estética steampunk le da un no se que por momentos interesantes.


De todas maneras puede llegar a ser una historia entretenida cuando todas las opciones se hayan agotado, si no esperas ver una adaptación más o menos fiel a la historia, y si te conformas con ver a Ianto de nuevo en pantalla… ups!



@vanemaz


domingo, 16 de marzo de 2014

Back to the future: Las aventuras de Mr Peabody y Sherman

No, no se trata de una publicidad encubierta de la empresa de electrodomésticos, pero si se trata de una remake, ya que Sherman conoce a Peabody desde la década del 60 cuando formaban parte de Peabody's Improbable History una sección de The Rocky and Bullwinkle Show (mucha historia norteamericana de televisión lo sé, pero bueno, aparecieron en Los Simpons!)

En este 2014 tuvimos la posibilidad de (re)encontrarnos con esta singular familia, su WABAC machine y una grandiosa aventura a través de la historia… que 88 millas por hora ni ocho cuartos! (no lo digo en serio banco al Doc!)


Mr Peabody es un can un tanto particular ya que no sólo habla (como Martha) sino que posee una amplia inteligencia que incluye el Premio Nobel, es un gran deportista, inventor, científico y un as del baile. Un día como cualquier otro, decide adoptar un niño quien podrá referirse a él solamente como “Sr Peabody”.

Junto a Sherman, recorrerán la historia y la conocerán más allá de como la cuentan los libros, lo cual traerá serios problemas en el primer día de escuela del niño, ya que no sólo tendrá que justificarse ante sus maestros sino ante una no muy simpática niña (Penny) con la cual termina teniendo un severo altercado, donde Sherman la muerde al llamarlo “perro”.

Para solucionar las cosas, Mr Peabody intenta una reunión entre ambas familias, y le pide a Sherman que no mencione la máquina del tiempo, pero ups! las cosas se salen de las manos (o de las patas) y Penny termina convirtiéndose en Reina de Egipto. Deberán rescatarla a través de la historia, y nada será sencillo cuando las paradojas aparezcan.


Me gusta decirle a todo el mundo con quien me encuentro que esta historia se disfruta en tres niveles diferentes:
  • Primero el de “todos”, en cual niños, adolescentes y mayores nos divertimos por igual ya que la singular historia nos llega a todos por igual… por ejemplo la sonrisa de Mona Lisa
  • El segundo escalón sería el de los “adultos” que comprenden los gags y referencias que los menores no llegan a identificar, ya que desde hace uno años (y gracias o por culpa de Pixar en su mayoría, aunque en este caso es DreamWorks el encargado de hacerlo) las películas de dibujitos que antes parecían ser sólo para niños ampliaron sus horizontes… por ejemplo la reunión de cerebros para solucionar EL problema.
  • Y el tercer nivel sería el de “#gentealhorno”, en donde nos reímos cual locos solitarios encontrando referencias de otras películas de ciencia ficción en general o series que tienen los viajes en el tiempo como parte fundamental de su plot… viven en la Torre Stark (o whovians united!!!)

Haciendo esta salvedad, la historia se disfruta en todos sus aspectos. Aunque podría ser encasillada como un dibujo educativo, y sin estar tan lejos de serlo ya que visitamos la historia del mundo, también descubrimos en ella nuestro propio cuento, bueno, el de Mr Peabody y el pelirrojo Sherman en donde no hay princesas en apuros ni soldados batallando una guerra lejana.

Con diálogos y situaciones que por momentos te pueden hacer olvidar que es un perro el que habla, es una animación que funciona como un reloj perfectamente calibrado, ya que termina siendo una aventura de casi dos horas sobre el conocimiento de la humanidad, sobre la amistad y tal vez principalmente sobre la familia.


@vanemaz



martes, 11 de marzo de 2014

True Detective ¿todavía no la vieron?




Si volviera a nacer y naciera serie, seguro elegiría salir del vientre de HBO. 

Esta intro algo rebuscada sólo sirve para decir que una vez más esta señal nos ha traído un producto de una riqueza infinita (y un alto poder mediático) que en su último capítulo el pasado domingo colapsó la emisión. En True Detective el trabajo de producción es grandioso, nada está librado al azar y cada detalle es tenido en cuenta desde el departamento artístico (¿alguien recuerda, por ejemplo, lo grosa que fue Carnivale?).


La historia, un thriller muy noir, creada y escrita por Nic Pizzolatto, dirigida por Cary Joji Fukunaga y producida por ambos, cautiva desde el minuto 1. ¿Dónde está la clave? ¿Por qué atrapa tanto al espectador? La razón de ser distinta quizás se encuentre en su narrativa: los hechos del pasado son narrados 17 años después por sus dos protagonistas en sendas entrevistas dentro del departamento de policía de Luisiana, cada capítulo nos entrega una pista distinta a la vez que otorga movimiento a la acción y afecta no sólo el pasado sino el presente; además, el hecho de que esas escenas del presente muestren consecuencias de hechos del pasado genera en el espectador una adrenalina constante por saber qué les pasó, qué vivieron esos dos ahora ex-policías.

Todo empieza en 1995 cuando Marty Hart y Rust Cohle asisten a una escena del crimen como parte de la División de Investigaciones Criminales de la Policía Estatal de Luisiana, que es llamada por el sheriff de esa comunidad rural debido a los dantesco de la escena: allí, bajo un gran árbol se encuentra Dora Lange, atada y vestida de acuerdo a un ritual espiritista o algo así (que ellos deberán dilucidar). Ambos policías (que nunca antes habían trabajado juntos) quedan asignados al caso y comienzan a investigar. Así, irán descubriendo algo demasiado oscuro y complejo, que los terminará comprometiendo tanto que incluso sus propias vidas y visiones del mundo se verán modificadas para siempre.


La dupla de detectives está compuesta por el always bizarro Woody Harrelson y el ahora valorado Matthew McConaughey como Hart y Cohle respectivamente. Hart es un padre de familia con más trapos sucios  que una lavandería y Cohle, un policía que viene desde Texas y acarrea el desconsuelo por la muerte de su pequeña hija, tiene una visión pesimista del mundo. Ambos son opuestos (la típica pareja de detectives que se llevan como el ojete que siempre ha garpado tanto en cine), Hart representa la hipocresía de la sociedad norteamericana y sus muertos en el placard, mientras que Cohle, aunque de mal carácter y odiado por todos, es más sensible y más comprometido con lo que cree, aunque muchos lo tomen como un sociópata. Es por así decirlo, un gran filósofo contemporáneo, (¿el mejor que nos ha dado la ficción del último par de años?), un manual viviente de citas, si si si, dan ganas de citar cada frase que dice (perdón pero quien escribe no puede dejar de decir que es un grosso este personaje y la tiene más clara que Nietzche).



El tema “and the Oscar goes to Matthew” le vino al pelo a la serie ya que atrajo muchos más seguidores del aluvión inicial y es también una muestra de lo camaleónico que puede llegar a ser este actor que acá se luce como el oscuro Rust (incluso, al igual que en Dallas Buyers Club, hay un cambio físico notable entre el pasado y el presente de la serie). Woody “dientitos cómicos” Harrelson con su típico tono de voz aporta el elemento conservador a la serie (aunque hace sufrir a la pobre esposa, Michelle Mollaghan, como una perra).

Como nota de color podemos agregar que más allá de la ficción, este par de actores comparten una amistad que ya lleva varios años y algún que otro film en el medio (¿los recuerdan en EDtv?), además, ambos son oriundos de Texas ya que no tuvieron que forzar el acento sureño (para una muestra de esto ver el discurso de agradecimiento de McConaughey en los Oscars 2014).

El tercer protagonista es el lugar: Luisiana (o Louisiana), tan presente en el imaginario cinéfilo con sus pantanos, sus paisajes plagados de árboles a lo Burton, su Mississippi, sus grandes fábricas en el medio de la nada y sus poblados tan creepies (¿es que nadie corta el pasto en estos lugares?) como cualquier película slasher de los 90. Hay que sacarse el sombrero por la gran fotografía, las escenas lúgubres (la del comienzo con la escena del crimen) son de una calidad inigualable.


Dicen que True Detective tendrá otras temporadas con distintos actores y en cada caso tratarán un caso específico; si repiten la calidad actoral, fotográfica, narrativa y de producción, ahí estaremos contentos esperando más.

@Eugess

miércoles, 5 de marzo de 2014

Comentarios gabineteanos sobre el #Oscars2014

Una larguísima previa

De 19:30 a 20:30 fue E!, de 20:30 a 21:30 fue la versión latina de TNT con Axel y Liza (¿dónde está Ana María Orozco?) y de 21:30 a 22:30 la versión norteamericana de TNT con esa traducción tan particular de las premiaciones (por suerte fletaron al que estaba antes que se reía de los chistes y no los traducía). El consejo de El Gabinete siempre es el mismo: SAP Mode OFF!!!!



Ella, Ellas: Ellen

Fiel al relojito y como manda el horario televisivo, a los 30 minutos pasados salió Ellen a escena con un atuendo tipo smoking (y un “moñito desarmado blanco”) compadeciendo a Hollywood por el clima inusual, repitiéndole las frases a la octogenaria y tierna como un bizcochito June Squibb, y mofándose de Jennifer “un tropezón es caída, dos tropezones significa que tiene genes compartidos con Marley” Lawrence quien al llegar a la alfombra roja tropezó con un cono anaranjado. Con alusiones a las distintas películas nominadas Ellen fue llevando la ceremonia a la perfección dejando en claro que a pesar de su acidez es políticamente correcta para los Oscars.

Fue no sólo la conductora sino quien introdujo cual era la temática de estos Oscars: los héroes (sin Mariah Carey, gracia a Dio!), que lo único que tuvo fueron tres editados con héroes cinéfilos.


And the Oscar goes to…

Como era de esperarse Gravity fue la más premiada con siete estatuillas: fotografía, edición, efectos especiales, banda de sonido, edición de sonido, mezcla de sonido, director (cantado sin ser un musical) mientras que 12 años de esclavitud se llevó los de mejor guión adaptado y MEJOR PELÍCULA y Lupita Nyong’o finalmente le ganó la pulseada a la desfachatada Jennifer y se llevó el de Mejor Actriz de Reparto por papel de la sufrida Patsy (demostrando que al fin la procesión no fue más por dentro…y la vida es un carnaval!!!). Ya que hablamos de actores, Cate Blanchett se llevó el de Mejor Actriz (más cantado que el feliz cumpleaños, ya se había llevado todo en todos los premios) mandando a todos a sentar, tratándolos de viejos, diciéndole a Julia que la chupe y recordando a Woody, y hablando de cantados, la dupla de niños vestidos de heladera se llevó los premios por DallasBuyers Club: Jared “JesucristoSuperStar” Leto, agradeciendo con un discurso que no ignoró la convulsionada situación del mundo y Matthew “el religioso” McConaughey que agradeció a Dios, al espíritu del padre y a su madre cual santísima trinidad. 



Sabido también era que Frozen ganara en ambas categorías como mejor película animada y mejor canción que había sido interpretadaminutos antes por Idina Menzel . Esto fue lo único que tuvo de musical este año la entrega comparada con la anterior, las cuatro interpretaciones de los temas nominados y un pobrísimo homenaje a una cinta inigualable, mágica como muy pocas como El Mago de Oz de la mano de Pink despertando amores y odios.


Vale destacar la aparición (que cual la de Kim Novak “la pata Villanueva del norte” hizo duda a muchos sobre si era realmente ella) de Bette Midler cantando “Wind Beneath my Wings” al final del clásico y habitual “mirá quién se murió este año” In Memoriam.


La noche del Edipo

“Mami, acompañame” pareció ser la consigna, quizás para evitar fotos comprometedoras en el futuro (Clooney knows). Muchos actores prefirieron una vez más ser acompañados por sus madres, no sólo para agradecerles (como fue el caso de Jared y Matt) sino para tenerlas cerca y convidarles pizza (si, de nuevo Jared). Di Caprio (un clásico), Fassbender (estás grande ya Michael), Jonah (la madre parecía más joven que el hijo) y en la vereda de enfrente pero dentro de la categoría tenemos a Laura acompañando a papá Bruce Dern. El que zafó esta entrega fue Bradley “cara de leoncito bebé” Cooper que este año llevo a su-Suki. En fin, mucho sex symbol, mucho destape en pantalla pero en el fondo no hay como los brazos de mamá.


Los que quedaron

Podríamos decir que el gran perdedor, y no nos referimos a El Lobo de Wall Street sino simplemente al pobre lobito que se fue con la cola entre las patas: Leo “tío Oscar mirame tío Oscar mirame” Di Caprio quien encendió la llama en las redes sociales luego de perder a manos de Matthew, quien encima le estrechó un abrazo de buen amigo antes de subir al escenario. All right all right all right!


El año de las fotos, entre selfie y photobomb

Más allá del negocio detrás, más allá de que las especulaciones y más allá de los millones de dólares lo cierto es que LA foto de la entrega (es decir, lo que la gente recordará el año que viene) generó un movimiento interesante en las redes cuyas olas (sucundun sucundun) todavía se sienten. El mérito no pasa por el aparato ni Samsung sino enteramente por Ellen y su rapidez para aglutinar gente cual cumple de 15 al grito de “foto foto foto”, no podemos negar que esta host es generadora compulsiva de momentos de espontaneidad. Clap clap clap! 



Otro momento kodak de la noche fue en la alfombra roja cuando el niño del nombre impronunciable Benedict Cumberbatch se coló en la foto de U2 (¿será que interpretó “you too” y se adosó al grupete?), lo cual si bien no generó el aluvión de retwitts de la foto de Ellen cosechó cientos de memes.


¿Qué nos dejaron estos Oscars?
  • Que estar sentado en primera o segunda fila te asegura una foto con Ellen (siempre pedir pasillo y no ventanilla).
  • Que para Di Caprio tal vez la sexta será la vencida.
  • Que Hitchcock estaba en lo cierto cuando rendía tributo al Edipo materno (menos mal que aún no se despertó ningún Norman Bates).
  • Que si no hubiese sido por Ellen nos dormíamos a la hora de transmisión.
  • Que a veces para entender hay que saber….muy pocos lograron ver a Glinda arriba del escenario
  • Que no podés ir de pescadores al Oscar y parecer un Milhouse negro (al Martín Fierro ponele, pero acá no Pharrell).
  • Que Jesús mandó un enviado: Jared (ambos nombres con J y 5 letras… ¿señales?).
  • Que por más que no haya ganado seguimos bancando a Chiwetel “chicle Chewbacca Chihuahua chuchuwa chuchuwa” Ejiofor.
  • Que las biopic siempre seguirán garpando hasta el fin de los tiempos.
  • Que el castellano siempre está, el “gracias” nunca falta y hasta Maradona estuvo presente, nos guste o no.
  • Que a los actores les encanta comer la pizza con la mano, como a cualquier hijo de vecino.
  • Que sigue siendo de hombre llorar, sino pregúntenle a Benedict y Chiwetel en el discurso de Lupita.
  • Que Jennifer, como La Sirenita, no sabe caminar en la superficie.
  • Que hay actores que deberían estar siempre, estén o no nominados.
  • Que todos podemos sacarnos una selfie con actores de cine.
  • Que podés soñar con angelitos o te puede perseguir Barkhad “dientes maléficos” Abdi si te portás mal.
  • Que es inevitable escuchar hablar al día siguiente a pseudos críticos de cine que sólo se acuerdan el día de los Oscars…
Pero lo mejor, es poder compatir por una noche el amor, la locura y placer que nos brinda el cine.... y con esto AGRADECER a todos los que se sumaron en el #OscarBingo y en twitter... 


@Eugess & @vanemaz


fuera de programa: nosotras también quisimos sacarnos una selfie con rostros de actores famosos... no cosecharemos tantos RT pero somos felices :)








lunes, 3 de marzo de 2014

La frambuesa del postre… porque no todo son los tios Oscars

En esta entrega no hubo ni selfies millonarias, ni photobombs para el recuerdo. No hubo, porque nadie fue a la premiación, como siempre sucede.

A los Razzies nadie los transmite, nadie se preocupa por estar y figurar, y nadie se vuelve a casa decepcionado por no ganarlo… ojo algunos como Sandra Bullock, Adam Sandler, Halle Berry, y Ben Affleck han ido a dar su discurso (y tal vez hacer un mea culpa) a la entrega. 


En la Oscars eve se entregaron los correspondientes al año 2013, y la corta lista de ganadores se dividió entre dos “tanques”.

Por un lado, la familia Smith que cosechó sus frambuesas de oro por sus actuaciones en After Earth ganando como peor actor (Jared el hijo), peor actor de reparto (Will el padre) y algo así como peor “pareja” en pantalla. Esta historia trillada sobre un planeta Tierra abandonado, alienígenas malvados y el descubrimiento de respeto entre padre-hijo fue dirigida nada más y nada menos que por M. Night “Apu” Shyamalan, quien no le anda pegando a la taquilla desde hace años (décadas parece!)



Por el otro, en  el trio peor guion, director y película el gran “ganador” fue Movie 43… quién?... Movie 43, son 16 historias diferentes dirigidas cada uno por un director diferente (se llevaron una estatuilla todos!). Deberíamos  tener en cuenta que los actores son reconocidos en su mayoría, lease sin repetir y sin soplar: Hugh Jackman, Emma Stone, Halle Berry, Uma Thurman, Anna Faris, Gerard Butler, Chloë Grace Moretz, Jason Sudeikis, Elizabeth Banks, Richard Gere, Naomi Watts, Kate Winslet. *tomamos aire* Steven Brill, Peter Farrelly, Will Graham, Steve Carr, Griffin Dunne, James Duffy, Jonathan van Tulleken, Elizabeth Banks, Patrik Forsberg, Brett Ratner, Rusty Cundieff,  James Gunn, Bob Odenkirk lo lograron desde la silla del director…
Por estos lares se estrenó allá por Marzo del 2013, si alguno se anima a verla y comentarla, El Gabinete agradecido.


Y para cerrar vale nombrar al peor Remake. El llanero Solitario, que a pesar de contar con Johnny Depp delante y Gore Verbinski detrás (la dupla del tanque Piratas del Caribe) no fue lo que NADIE esperaba… hasta los propios productores terminaron –casi- reconociendo que fue un fiasco.

Así pasó una nueva edición de los Razzies, la 34, que si bien no cuenta con tantas pompas como su tio Oscar, nos divierte y nos permite soñar con que estos errores no se vuelvan a repetir… total, soñar no cuesta nada J

@vanemaz


Fuera de programa: SE VIENE, SE VIENE… la selfie de El Gabinete (jajajaja) y una nota cobertura de los Oscars (con todas las comillas que nos sobraron de la nota pre-entrega)