lunes, 18 de julio de 2011

ocho, nueve, diez, el que no se escondió se embromó!

cada hombre que ves no es él
sino una dualidad


En el 2005 se estrenó una película que la recordamos para ubicarla en el puesto número uno de un supuesto podio. Teníamos sus escoltas, pero (siempre nos chocamos con un pero) al deber explicar el por qué de esa elección, destruiríamos una buena historia, tal vez contadas muchas veces en clásicos de la literatura mundial, rodada otras tantas en la pantalla grande, y hasta compuesta para algún musical, pero historia atrapante y con un final que siempre nos deja como nenes tontos que no se dieron cuenta. Así que elige tu mejor lugar y comienza a contar...

La vocecita de Dakota "me contrataban mas cuando era niña" Fanning, cantaba: Come out, come out wherever you are... y dejando atrás la cabellera rubia, encarnaba a la traumatizada Emily, hija de un respetable psicólogo (el gran Robert DeNiro) que se aleja de la ciudad para superar la perdida de su esposa que se ha suicidado.

La comunicación entre padre e hija no es la mejor, pero justificándose en el trauma de perder a su madre (y de que manera!) piensa que darle tiempo es la mejor manera de avanzar en su relación. Todo se complica cuando David comienza un supuesto amorío con Elizabeth, y Charlie se hace presente como el amigo imaginario de las escondidas de la niña.
Una serie de eventos desafortunados, hacen que David no confíe más en que Charlie sea una buena manera para que Emily comience a abrirse.


Por qué recomendarla? Si bien termina siendo una historia trillada, no es hasta el último momento donde descubrimos la verdad que se estuvo escondiendo detras de las migas de pan que hábilmente nos fue dejando John Polson, el director.

Podríamos decir que se trata de una mezcla a la perfección de varias otras cintas, un buena cantidad de "El Resplandor", un tercio de "El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde", y una pizca de "Sexto Sentido", sin olvidarnos de un poco del "Club de la pelea" para gratinar (con esto ya le digo mucho).

Quien la haya visto en el cine fue testigo de uno de los tantos finales que tiene la historia. En el dvd podes optar entre CINCO, para el gusto del espectador (otra manera de dejar conforme a todos!)

Ah! pero no dijimos como se llama la película, en ingles "Hide and seek" nombre que referencia al juego de las escondidas (hasta en la historia de), pero en nuestras pampas se conoció como "Mente siniestra", sep otra victima de las traducciones...


@vanemaz

Bonus track: a pesar de que los títulos se parezcan demasiadooooo a los de "El resplandor" la música que acompaña ese momento (de la pluma de John Ottman), y toda la película, enriza la piel de una manera genial... he aquí unos acordes

jueves, 14 de julio de 2011

Podio: Jean Reno

En la nota anterior de El Gabinete, Vane Mazzeo habló de aquellos actores que parecen haber nacido para un personaje. Entre ellos, se encontraba el querido Jean Reno, actor francés mundialmente conocido y admirado.

Reno lleva a cuestas la nostalgia del detective francés que quizás encontramos en los libros antes que en el cine (esto lo digo para recomendar las novelas de la francesa Fred Vargas, acá una review -de la casa- de "La tercera virgen"), esa tristeza, esas heridas del paso del tiempo, ese misterio tan fantástico, tan propio de él. Reno nació para el drama y los tiros...

Por eso, este podio está dedicado a algunas películas que lo tienen como protagonista, diversas entre sí pero unificadas por su fuerte presencia.

Acá van:

puesto 3: El inmortal (2010)

También conocida como 22 balas, es un thriller en el que Reno, en la piel de Charly Mattei (un Vito Corleone de Marsella), quiere abandonar todo y redimirse rodeado de su familia. Pero el retiro a la costa francesa será opacado por la traición de su amigo de la infancia y sus secuaces, quienes luego de emboscarlo y dejarlo hecho un colador, lo guirán por una red mafiosa (que conoce muy bien) y una carrera de venganzas varias y litros de sangre.

consejo gabineteano: aunque muy sangrienta y cruda, innecesariamente cruel, se deja ver. Sin estar a la altura de otras producciones del género, pasa...

podio 2: Los ríos de color púrpura (2000)

Pierre Niemans es un detective de homicidios y comisario parisino al que no le van los grises…con la ayuda de Max Kerkerian (el genio Vincent Cassel) deberán introducirse en los pormenores de una pseudo secta secreta que funciona en una prestigiosa universidad buscando la producción de seres perfectos. Ideas nazis y otras yerbas se mezclan en este apasionante thriller con todos los elementos del género sumados a los del policial (me olvidé de decir que hay asesinatos en el medio, claro está!).

Nuevamente sobresale el rasgo noir de este hombre incomprendido, loser casi de profesión, con varios problemas a cuestas.

consejo gabineteano: una joya para ver un día nublado! (pero omitan ver la secuela...)

puesto 1: El Profesional (1994)

León es un asesino a sueldo que se hace cargo de la pequeña Mathilda (el comienzo en la carrera en ascenso de Natalie Portman) luego del asesinato de toda su familia a manos de unos mafiosos comandados por el gigante Gary Oldman (siempre haciendo papeles de malvados, ¿redimido con el bonachón Sirious Black en la saga Harry Potter?).

León comienza a enseñarle a Mathilda tácticas de defensa, a la vez que comienza también a encariñarse con ella más y más.

Un gran film, bien narrado, entretenido y con un final de esos que escasean, y además, un clásico que cualquier cinéfilo debería tener en su dvdteca. Además, una gran oportunidad de ver a tres talentosos actores en acción.

consejo gabineteano: viejita pero aún con vigencia! veanla!!!

GGss

lunes, 11 de julio de 2011

nacido para el personaje

Existen actores que parecen haber nacido para interpretar un papel determinado. No estamos diciendo que siempre hagan de malos, galanes o de damiselas en peligro, sino, y más que nada se evidencia en el género de la ciencia ficción y las adaptaciones de los comics, hay personas que el traje de lycra ajustado les calza a la perfección. Pero ojo, también están aquellos quienes se atrevieron y les salió el tiro por la culata. Como hay de todo en la abadía cinéfila, he aquí un pequeño recorrido de actores “nacidos para el personaje”.


Vamos a comenzar con el polifacético Robert Downey Jr, que a pesar de haber tenido altas y bajas (para no decir grandes bajezas) en su carrera, encontró la horma de sus zapatos cuando debió calzarse (y comerse) en 1993 los de Charles Chaplin en la biografía apócrifa del magnífico maestro de la comedia.

Tuvieron que pasar dos décadas para volver a repetir este éxito, y lo logró cuando se vistió con el traje de Iron Man. Todos dijeron que el papel de Tony Stark le quedaba pintado, que había sido confeccionado para él, y si, ya que puede gustarte o no las películas basadas en comics, pero este superhéroe de Marvel no podía ser pensado para ningún otro. Al año siguiente Robert (que no deja de facturar) tomó la posta en otra franquicia tanque de Hollywood, y con un perfil victoriano adoptó la identidad del famosísimo investigador Sherlock Holmes. Un tanto más desalineado y violento del que el celuloide ya nos había dado, este personaje de la literatura clásica también presentó a un actor nacido para interpretar no sólo uno sino tres personajes que le quedaron como anillo al dedo.



Quien haya leído “El Código Da Vinci” previo a la realización de la película, no se imaginó a ningún otro más que a Jean Reno en el rol de Bezu Fache. Gracias a la pluma de Dan Brown este rudo capitán de la policía francesa estaba descripto de tal manera que sólo León podía llegar a intentar ponerse en su saco con el detalle de la cruz sobre el mundo en su solapa. Pero no sólo Faché estaba descripto para este actor, sino que Sir Leigh Teabing estaba destinado para otro Sir, Sir Ian McKellen. Tal vez Brown ya pensaba vender su libro a las grandes productoras de Hollywood (está narrado de una manera muuuy cinematográfica) y basó sus personajes en estos actores, o tal vez, fue un solo un golpe de suerte…



Ciudad Gothica fue el escenario de varias adaptaciones, algunos Batman tuvieron más suertes que otros, y de manera cronológica marcan el nacimiento, la agonía, la muerte y la resurrección de este grande entre los dioses del Olimpo (de los superhéroes ja!).

Michael Keaton se calzó el traje negro con insignia amarilla en dos oportunidades, las dos bajo la lente del magistral Tim Burton, que le dio un tono sombrío pero caricaturesco a las historias. Este Batman (petizo y cabrón como diría algún conocido) fue precedido por un rubio y aniñado Val Kilmer. Un Bruce Wayne más cerca de Ricky Ricón que del muchacho que si hizo hombre de golpe tras ser testigo del asesinato de sus padres. Aquí Joel Schumacher cambió totalmente la estética sombría de Ciudad por algo mucho más ostentoso, dejando en la cuarta parte en línea plana al hombre murciélago. Si bien George Clooney reconoció que casi mata una franquicia y lleva a la ruina a la Warner por ponerse en la piel del encapuchado más famoso (que por Dios su traje le marcaba sus pezones!!!), no hay que tirarle todo el muerto a él solito. (George yo te banco!)


Por suerte un par de años después, Christopher Nolan y Christian Bale (y Michael Caine! Y Gary Oldman!) lo sacaron del coma y revalorizaron a Batman como un ser oscuro y con muchos conflictos a resolver, conflictos no solo en la corrupta Ciudad Gothica (ahora más parecida a una ciudad de Estados Unidos) sino a los de su propia cabecita loca. Larga vida al hombre murciélago…

(que grande Adam West, un batman con traje “puro West!”)


Un superhéroe que no corrió con la misma suerte fue el hijo pródigo de Kriptón. Kal-El fue interpretado en la tele como en el cine por dos Reeves, George allá por los 50, y Christopher del 78 al 87. Por destino, o por la maldición de la capa roja, no tuvieron mucha suerte en sus vidas, el primero se suicidó, aunque muchos siguen afirmando que se trató de un homicidio (ver Hollywoodland) y del segundo hombre de hacer todos conocemos su terrible accidente.

Luego de muchos años y con la incorporación de nuevos efectos especiales, se intentó volver a darle pista a Superman, pero la capa roja le quedó muy grande a Brandon Routh (lo único que salva la película es un Luthor interpretado por Kevin Spacey, recordar de todas maneras el magnífico Lex que llevara adelante Gene Hackman en las anteriores cintas)

(con un poco de otros superpacotillas que engalanaron la pantalla)


Así podríamos continuar con muchos y muchos ejemplos, no hablamos de Gatubela con Halle Berry por un lado y Michael Pfeiffer por otro (habrá que esperar ver que hace Anne Hathaway), ni de un sombrerero loco de la mano de Johnny Depp, o un terminator con la inexpresividad de Arnold Schwarzenegger; porque ya sea del actor al personaje, o del personaje al actor, existen seres que nacieron para estar juntos en la pantalla grande…


@vanemaz

jueves, 7 de julio de 2011

Medianoche en París

"Yes, but you are a surrealistic. I'm a normal guy!"
Gil Pender

Woody lo hizo de nuevo. Sin superproducciones ni tramas complicadas.

Una ciudad hermosa, un puñado de buenos actores y una historia simple y conocida, de esas que se encuentran acá nomás, más cerca que en la esquina de casa. La manera de batir el combo como un milkshake y abordarlo, sin embargo, volvieron a ponerlo en el podio de los magos del cine, de los directores que aman el cine porque mucho antes aman bucear en los conflictos de la vida cotidiana, sabiendo que el séptimo arte es acaso el mejor medio para intentar entenderlos.

Como la última vez que me encontré con el neoyorkino, fue a través de esa pantalla grande que ya extrañaba, pero con un detalle: en soledad (desafortunadamente no tengo muchos afines a Woody cerca), rodeada de los espectadores allenianos promedio, su "target argentino": gente de la tercera edad, de esa que por suerte omite hacer comentarios y comer pororó de manera salvaje (por miedo a que se le pegue en los dientes postizos).

Mientras abría un Bon o Bon y comenzaba a deglutirlo, la pantalla fue introduciéndonos en la tierra que Woody había elegido en esta oportunidad: París, la bella y sofisticada París, la colorida y soberbia París, rincón europeo al que transformó por su manera de mostrarlo, en una gran y enigmática Neverland.

La historia puede parecer conocida, en el sentido de que seguramente ha transitado la mente de cualquier ser humano atendido por algún discípulo de Freud and company: ¿qué pasaría si naciéramos en otra década? ¿qué pasaría si pudieramos mudarnos temporalmente a un momento histórico "mejor" que el que nos toca vivir?

Gil Pender es un guionista que quiere ser escritor. Lleva una vida cómoda en las colinas de Hollywood y está por casarse,pero siente que algo le falta. De paseo por París, con su up-tight (estirada) esposa y sus más up-tight suegros, se da cuenta que ese es su lugar en el mundo, que quiere vivir allí, ser tocado por esa magia que quizás lo inspire a escribir y terminar su primera novela. En el transcurso de los días de turista se encuentran con una pareja amiga de su novia, un hombre insoportable y pedante (el típico sabelotodo imbancable) y su sumisa esposa (que parece no tener pizca de personalidad), quienes quieren arrastrarlos en sus salidas por la Ciudad Luz, oferta que desde el vamos toma la esposa de Gil, pero no él.

Una noche entonces, después de las 12 en punto, un auto muy antiguo lo pasa a buscar y lo lleva a una París distinta, la de la década del 20, la de la Generación perdida, con cuyos miembros comienza a tener locos encuentros. Se hace amigo de Scott y Zelda Fitzgerald, sale de copas con Ernest Hemingway, recibe consejos sobre su novela a cargo de Gertrude Stein, escucha a Cole Porter tocar su piano, se enamora de Adriana, una amante de Pablo Picasso y hasta es invitado a tomarse unas copas con Salvador Dalí y Luis Buñuel.

Gil se enamora de esa París, quiere quedarse allí, por lo que vuelve cada noche a la misma esquina. Mientras tanto, su esposa comienza a asfixiarlo (más de lo que estaba) y para colmo de males, conoce a una bella y muy francesa vendedora de antigüedades.

Así, el film irá enredándose, como en toda historia alleniana, llevando a Gil a replantearse su lugar en el mundo, su propia insatisfacción, su nostalgia (el "todo pasado siempre fue mejor" tan característico de Woody, quien según confesó alguna vez, sigue escribiendo sus guiones en una vieja máquina de escribir), su relación con Inés, su futura esposa. Todo adornado por el bello paisaje parisino, por el Sena que vuelve a estar (como en Todos dicen te quiero), por una banda sonora impecable y por los diálogos que mezclan humor, política y el ingenio de crear en el espectador la identificación inmediata.

Owen Wilson como el adorable Gil Pender está fantástico, haciendo del mismo Allen (siempre tiene un actor fetiche que lo representa, con sus gestos, su tonalidad y su forma de hablar), y los demás acomapañan bien: Rachel McAdams como Inés, el inglés Michael Sheen como el pedante Paul, Marion Cotillard (GROSA) como Adriana, Adrien Brody como Dali, Kathy Bates como Gertrude Stein y hasta la desabrida Carla Bruni como una también desabrida guía turística.

Con todo, Medianoche en Paris, los envolverá de manera única, los transportará a París y a sus propios pensamientos...

Allen le saca brillo a las ciudades, le saca brillo a los actores y obviamente a las situaciones ordinarias nuestras de cada día…incluso, se da el gusto de soñar al final, porque claro, la elección de Gil es la que uno siempre sueña, la que uno elige cuando los pensamientos toman la posta y se vuelve protagonistas.

¿Qué me queda por decir? ¡Que el milkshake alleniano es siempre una delicia!

GGss

martes, 5 de julio de 2011

no existe la traducción literal... y menos en el cine

Traducir del latín traducĕre,
expresar en una lengua lo que está escrito
o se ha expresado antes en otra


No es que nos habíamos olvidado de hacer nuestros queridos podios, tan sólo nos tomamos un descanso y les dimos un respiro de toda esta locura condensada... Pero no nos pudimos contener por mas tiempo, y como si se tratara de un bomba pronta a estallar (aunque en el cine/series siempre se detiene a los 2 segundos de hacer boom!), he aquí nuestro arbitrario nuevo top de películas!!!

Esta vez no divagamos sobre una temática particular, como tampoco nos detuvimos en un género. Dejamos de lado al actor y hasta al director, para pensar en tres títulos (obvio que existen decenas de miles de ejemplos para tirar para arriba, gracia a Dió!) o mejor dicho nos detuvimos en tres titulo que fueron libremente adaptados para la población al sur del Ecuador. He aquí nuestro podio de la fecha:


puesto 3: Some like it hot = Una Eva y dos Adanes (Billy Wilder, 1959)

¿De qué viene la mano? En la Chicago del año 1929, dos músicos son testigos de un ajuste de cuentas mafiosos. Para poder escapar del ojo de la Cosa Nostra deberán ocultarse en el interior de una banda compuesta únicamente por mujeres. Allí conocerán a Sugar y a Osgood, dos personajes que cambiarán su vida.


Los Adanes están, son Jack Lemmon y Tony Curtis. Eva también, y es la sensual Marilyn Monroe. Pero hasta allí llega el parecido con el título.
traducción literal: A algunos le gusta caliente


puesto 2: Carlito's Way = Atrapado en su pasado (Brian di Palma, 1993)

¿De qué viene la mano? Tras cumplir su condena, Carlitos Brigante quiere dejar atrás todos sus malos hábitos, pero recordando la frase de otro personaje del gran Al Pacino: "Just when I thought I was out... they pull me back in". Así junto a un abogado cocainómano y el dueño de un bar nocturno deberá evadir la ley poder llegar a "El Paraiso".


Si bien el pasado lo atormenta y retorna para vengarse, será Jorge Porcel (!) quien tenga las riendas de su nueva vida jajajajajaja
traducción literal: A la manera de Carlitos


puesto 1: Vertigo = De entre los muertos / North by northwest = Intriga internacional = con la muerte en los talones (Sir Alfred Hitchcock, 1958 / 1959)

¿De qué viene la mano? En Vértigo, Scottie es contratado para seguir los pasos de la misteriosa Melanie. Sin pensarlo se enamora de ella, pero su fobia hace que no pueda rescatarla de su destino. No se preocupen no les escupí la sopa, ya que todo se complica cuando el detective se choca con una joven similar a su amor perdido.
En North...., Roger Thornhill por un malentendido es confundido con George Kaplan, un agente del gobierno que esta siendo buscado. Sin saber en quien confiar, recorrerá suelo americano intentando descubrir al verdadero Kaplan y así librarse de sus persecutores.



Los actores fetiches del gordo se hacen presente en estas cintas que tal vez, son las menos recordadas, pero que poseen los detalles que hacen único al cine de Hitchcock (sale nota conjunta en cualquier momento!!!)
traducción literal: Vertigo / Al norte por el noroeste



De todas maneras, este podio de aberraciones fue tan sólo una excusa para recomendar no 3 sino 4 películas que valen la pena ser vistas, llamen como se llamen, aunque está claro que muchas veces el título con la cual nos la venden nos convence o no de verla.
Ahora la pelota la tienen ustedes como siempre, para recordar juntos que otras cintas fueron ultrajadas con sus traducciones al español...


@vanemaz