domingo, 27 de febrero de 2011

Oscars 2011 y la cereza del postre!

Una noche más de domingo. Esa podría ser la frase que haría justicia si debiera definir lo que fue la 83º entrega de los premios Oscar.

Este año la apuesta de la academia fue el "todo puede convivir", lo nuevo y lo viejo (y de yapa atraer a una audiencia que viene cayendo en picada año tras año…), pensando que con un dúo de jóvenes actores todo sería potable y fluído. Y ahí empezó a caer el telón del Kodak Theatre antes de tiempo.

Falsas promesas cantaban La Nueva Luna y Tambo Tambo ¿inspirándose en James Franco y Anne Hathaway? No sé si culparlos; sería cruel de mi parte, más en un año en que los problemas del habla y algunos derivados del pánico escénico están tan en vogue. Pero realmente creí que iban a sorprender a la platea y no a forzarle la risa la mayoría de las veces.

Confiaba en esta dupla. Quizás por eso me chocó lo mal que se las arreglaron…fue eso o el sabor demasiado bueno que había dejado Ricky Gervais en los Golden Globes el pasado enero. Tampoco ayudó a remontar la balsa el video apertura, la carta dorada que salvaría las papas (ante la falta de llegada con el monólogo).

Más allá de este tropezón, encontré la ceremonia pálida, aburrida, con la linealidad de siempre pero llevada a la exageración. Me dormí en la mitad y me desperté antes de que anuncien el premio a mejor actriz…

Nada me atrajo.

Los premios estaban cantados (otro punto a favor para conciliar el sueño): Colin Firth Mejor Actor por El discurso del Rey, Natalie Portman Mejor Actriz por Cisne Negro y Christian Bale y Melissa Leo Mejor Actor y Actriz de Reparto por El luchador. Y cuando digo cantados no me refiero solamente al boca de urna de la prensa apoyado por otros premios otorgados días antes, sino por lo indiscutible de las actuaciones geniales (aunque me sigue costando decidirme entre Bale y Geoffrey Rush).

Los premios a Mejor Director (la categoría más peleada, que personalmente este año odié porque se olvidaron de Chris Nolan, aunque la pobre categoría no tenga la culpa), Mejor Película y Mejor Guión Original fueron también para Inglaterra con El discurso del Rey, mientras que el de Mejor Guión Adaptado por Red Social se quedó en la casa de Aaron Sorking. Es interesante notar que la Academia se inclinó para el lado más independiente con El discurso (todo lo contrario a Red Social, su principal competidora). Por otro lado, Inception fue otra ganadora, aunque al serlo en los rubros técnicos pasó casi ni pena por el ojo público.

Acá la lista completa

...y acá otras listas:

Buenos momentos de Malos (y algunos hots) muchachos:

  • Robert Downey Junior y Jude Law al entregar al premio a Mejores Efectos Especiales, haciendo alusión al pasado de Robert
  • Russell Brand traduciendo los comentarios en francés de Helen Mirren al presentar el Oscar a Mejor Película Extranjera (que al contrario de lo que todos pensaban, ganó la dinamarquesa “In a better world” y no la mexicana “Biutiful”)
  • Sandra Bullock haciendo las introducciones pre-Oscar Mejor Actor
  • El discurso del rey del talento Colin Firth
  • James Franco vestido de Marilyn Monroe
  • Justin Timberlake y Mila Kunis (pero hasta ahí nomás)
  • Kirk “más cerca del arpa que de la guitarra” Douglas haciendo desear a las nominadas con su “you know” y bromeando con Melissa Leo y Anne Hathaway

Me aburrió

  • el premio honorífico a Eli Wallach, Jean-Luc Godard y Francis Ford Coppola (creo que acá me dormí)
  • los mismos agradecimientos yankeemente cursis de siempre
  • Jeremy Renner con la madre
  • Steven Spielberg siendo aplaudido y entregando estatuillas
  • Tom Hanks (basta!!!)
  • los mil ochocientos cambios de vestuario de Anne
  • Reese Whiterspoon y Kate Blanchet entregando premios (vitalicias)
  • Javier y Penélope (no termino de entenderos, mantienen ocultos sus trapos pero a los Oscars no faltan nunca….si hace un mes que pariste my love, quedate en casa en vez de andar caminando como un matambre recién cosido, porque si mantienen tan oculto todo, pará que ir!!! Puede leerse como que “el está nominado y ella lo acompaña” pero… en fin)
  • los hermanos Cohen sentados atrás de alguien

(menos mal que este año no aparecieron Jack Nicholson riéndose de todo en primera fila ni Matt Damon con la novia argentina que siempre está embarazada ni Brad y Angelina aparentando quererse).

Lo que hubiese querido que pase:

Que Hugh Jackman suba al escenario y les diga “let me take it from here” a la dupla de presentadores. Aunque Anne le dedicó un temita (su mejor momento de la noche), no bastó. Los recuerdos de su gala de presentador allá por el 2009 dinamitaron todo intento de aceptar los chistes del pobre pero amado, adorado, deseado James. PD: que vuelva Hugh!!!!

El final con el coro de niños entonando Somewhere over tha rainbow y todos los ganadores uniéndose en el último estribillo casi me emocionó (pero esto quizás se debió sólo al mérito de la canción y la adoración a El Mago de Oz cuyo castillo decoraba el fondo, y no del combo que la rodeó).

En síntesis, los Oscars son siempre los mismos, pero estaría bueno que empiecen a pensar en variables para agregarles a esa constante, variables que lo vuelvan más el show que hasta ahora no pudo ser.

Algunas variables:

  • poner a la gente adecuada
  • entregarlos a principio de temporada
  • hacer ensayar más a James y Anne
  • no hacerlos más en USA

…mucho pedir.



GGss


The nightmare before Oscar

Sin la pompa ni la atención mediática que reciben los Oscar, los Razzie de apoco van ganando un lugar en el mundillo que cuenta con "más estrellas que en el firmamento". Despues de 31 años siguen siendo la oveja negra de Hollywood (y con razón), pero los cinéfilos se divierten con la ficticia entrega de la estatuilla dorada.

The winner is...

Aunque alguna luminaria se haya animado alguna vez a ir a recibir el "premio" o comentado el asunto, la alfombra roja no se puebla de elegantes vestidos ni sexies trajes, no se comenta de diseñadores ni de joyas, ni mucho menos de favoritos; pero ello no quita que el sobre se abra tras redoble de platillos y se escuchen las palabras mágicas...

Este año los galardonados fueron como Peor Película: El último maestro del Aire y su creador M. Night Shyamalan se llevó también el "honor" de Peor Director y Guión. Digamos algo asi como "la gran ganadora de la noche", pobre Shymalan siempre es recordado en los razzies.
Las chicas de Sex and the city compartieron, como en la trama de sus peliculas, el galardón de peor atriz (y peor elenco), y Jessica Alba lo fue de reparto, mientras que Ashton Kutcher y Jackson Rathbone fueron lo mejor de lo peor en las categorias masculinas.



En cuanto a los nominados a peor precuela, secuela o remake (otra manera de decir ya basta de robar) las chicas de Sex and... tuvieron nuevamente el honor... bueno seria que esta categoria se desdoblara para la próxima, ya que hay material de sobra para premiar.
Esta entrega contó con una nueva categoria que se trató del peor (o uso molesto) de la tecnologia 3D, de la cual Shymalan hubiera tenido el honor de subirse al estrado y levantar la estatuilla.


Al margen de si realmente fueron lo peor de la industria o una broma hacia el cine, los Razzie van ganando su espacio como antesala (que Golden Globe ni SAG) de la espectacularidad de los premios de la Academia.

vanemaz

viernes, 25 de febrero de 2011

Black Swan

"I just want to be perfect"


Entré a la sala sabiendo poco y nada, con una sola certeza: este film debía ser visto en pantalla grande. Me senté, estiré las piernas, y después de la publicidad de helados Chungo (que siempre me genera una mezcla de delicia y carcajada), me dejé llevar.

Una imagen borrosa invadió la pantalla. Una mujer la habitaba, temerosa. Desde ese instante nada fue igual. La cajita musical parecía abrirse y mostraba su frágil belleza.

A continuación, mediado por el sonido a pochoclo revuelto muy presente (y por Justin Bieber en la sala de al lado), se fueron dando los demás elementos de este verdadero (VERDADERO) thriller psicológico que lograrían al final, dejarme absolutamente pasmado.

La historia de Nina Sayers no es una más, o sí. Puede ser vista como la de cualquier chica que persigue un sueño o como la de cualquier chica que sólo se reconoce en los otros. Pero este reflejo, la forma en cómo lo mira, poco a poco irá perjudicándola en todos los sentidos posibles (y los espejos hacen por su parte potenciar esa sensación claustrofóbica de verse en el otro).

Nina está a punto de dar el paso, sufriendo en el camino todas las penurias que una bailarina clásica está destinada a sufrir. Sin embargo, el mal físico (los cortes, moretones, contracturas, falta de apetito), no es tan fulminante como el mal hacia adentro, el mal del alma, el mal del deseo, el interior.

Su energía puesta en lograr lo que su represora (heredera y homenaje a la Sra. Danvers) madre (interpretada por Barbara Hershey) nunca pudo: ser la Swan Queen de El lago de los Cisnes, la imposibilita a vivir, le anula su capacidad para descubrir quién es realmente. Entonces empieza a sufrir día y noche, a padecer su imposibilidad de sacar a la luz el cisne negro, ¿en el fondo, su verdadero ser?

Con una acertada steadicam, Darren Aronofsky logra involucrar al espectador de manera única, trastornándolo al punto de sentir la desesperación de Nina, la picazón en la espalda (otra manera inconsciente de agredirse), la culpa, el dolor, el frío del ambiente hostil que la rodea. El director además nos sube al escenario, nos ubica entre bambalinas, entre las corridas de los bailarines y la crudeza de los camarines.

Pero el plus son los actores: exactos, grandiosos. Vincent Cassel como Thomas Leroy está impecable (la forma en que motiva demencialmente a Nina mediante la estimulación sexual es única), Mila Kunis desorienta y sorprende a la vez, Wynona Ryder ofrece una interpretación sublimemente escalofriante y Natalie Portman se gana limpia, sabia y talentosamente la mención de “actriz más genial de su generación”.

Cisne Negro es una invitación a la reflexión pero antes, mucho antes, una osada apuesta a afectar de una manera como hacía tiempo (mucho tiempo) no experimentaba. Tanto, que me costó levantarme de la butaca, me quedé quieto, y solo, hipnotizado por la oscuridad de los títulos y el embriagante embrujo de Tchaikovski, comprometido sensorialmente, ajeno a toda realidad por fuera del Lincoln Center.

Cuando el cine logra eso, merece ser aplaudido de pie (y por varios minutos).


Sr. Gabinete


miércoles, 23 de febrero de 2011

RocknRolla

Si hay alguien que puede transformar en entretenimiento mezclado con ingenio una historia común, conocida o leída, ese es Guy Ritchie.

Hay veces en que me avergüenza no haber visto aún películas esenciales, tanto técnica como culturalmente, y este es el caso, en realidad, todo Ritchie es el caso. Y hay veces en que uno se deja tristemente llevar por las apariencias, (el hecho de que haya sido durante varios años el esposo de Madonna había creado un rechazo casi infundado).

Así fue que una tarde (ayer) me dispuse a averiguar qué tenía ganas de contar este inglés de más de cuarenta, y fue ahí que descubrí RocknRolla.

La historia mantiene sus enredos pero es simple: negocios contra negocios, gansters contra gansters, malentendidos contra malentendidos, vicios contra vicios y egos contra egos. En el medio todos los pecados capitales endulzados y en la superficie: Londres, esa ciudad que como Idris Elba dijo acertadamente en una entrevista: “es un personaje en sí”.

Este director, por momentos muy tarantinesco en la forma de abordar los personajes, provoca desde los títulos una adrenalina pocas veces experimentada de este modo (la escena del robo a los rusos es excelente). Escenas cargadas de ironía y diálogos hilarantes como sólo los english saben y pueden hacerlo, cantidad de montajes paralelos y personajes tan adorables que uno desea robarlos de la pantalla y llevárselos al living de su casa o a la mismísima mesita de luz; todo adobado con la genial banda sonora que acompaña, expresa y provoca, proporcional a los demás elementos en cuanto a atrevimiento creativo.

Ritchie logra por sobre todas las cosas, transformar en sexies cucharadas de dulce de leche a cada uno de los personajes (un talento que lo eleva, pero esta visión no cuenta), además de saber hacer fluir un relato que en ningún momento produce la triste acción de mirar el reloj.

Por eso, me atrevo a decir que quien vea RocknRolla va a querer pertencer sin dudarlo a Los Salvajes, pasar las tardes en Speeler, hacer trabajos sucios para la contadora Stella, robar cuadros, escapar de los rusos y bailar con One Two.

Pero no sólo eso, sino que adorará y recordará para siempre la sonrisa de Mumbles (Idris Elba), el acento escocés de One Two (Gerard Buttler), el todo hermoso de Handsome Bob (Tom Hardy, el Eames de Inception, mi nuevo amor platónico), la maldad tonta de Lenny (Tom Wilkinson), las cachetadas del señorito inglés Archy -el narrador- (Mark Strong), la frivolidad de Stella (Thandie Newton), la desfachatez de Cookie (Matt King) y la locura del drogómano-sublime-verdadero rocknrolla Johnny Quid (Toby Kebbell).

Afortunadamente, el buen cine es posible, desde el sofá y por Cinemax!

GGss

sábado, 19 de febrero de 2011

God save the fonoaudiólogo

Una serie de eventos afortunados llevaría a ver una de las candidatas al Oscar. Recomendaciones de todo tipo no dieron tiempo a pensarlo dos veces, así que nos acomodamos y dispusimos a ver, y escuchar, "El discurso del Rey"

Es como contemplar una obra de teatro capturada por el celuloide. Basada en hechos reales, sin poner el tedioso cartel frente de nosotros, nos invita a conocer la otra cara de la asunción al trono de George VI. Pero mejor que la palabra es la voz para que nos cuente de que se trata la pelicula


Por momentos el dueto Firth-Rush se asemeja a una rutina de baile de Fred y Ginger por su perfecta coordinación y la fluidez de sus movimientos. Ambos representan por momentos los roles que deberian mantener, los polos opuestos de la pirámide jerarquica, pero por otro llegan a conformar la amalgama perfecta de lealtad, respeto y amistad.

No sólo la música (con una gran preponderancia del piano que logra generar una atmosfera unica) sino que los silencios cumplen su rol a la perfección, como si se tratará de un relojito inglés.
Ayudado ello a los encuadres, que sin grandes ostentaciones parecen tratararse de cuadros que cobran vida para contarnos la historia de este hombre.


"Yo tengo voz" exclama a viva voz, todos la tenemos, pero debemos aprender a dejarla libre y superar la adversidad que la mantiene enjaulada, en el caso del Rey sus rejas son su tartamudeo.

"Todos tienen miedo de comunicarse" dice Colin en una entrevista, pero este todos se trata del posible heredero al trono. La magia del cine igual se hace presente, cuando desde la primera escena se logra una identificación con este él tan alejado a uno, por cualquier razón que se trate.

Es hasta ahora la unica candidata al premio de la Academia que vi, pero creo que ya tengo a MIS candidatos, y sin no salen premiados me di el lujo y espero que ustedes tambien lo hayan tenido, de ver una pelicula que si estuvieramos en el teatro, ovacionariamos de pie.

vanemaz


miércoles, 16 de febrero de 2011

Singing in the screen...

Cuando se piensa en musicales, la primera imagen que se nos viene es la de un loco chapoteando bajo la lluvia ♪ con un gran sonrisa en la cara ♫. ¿Quién es? Nada mas y nada menos que Gene Kelly EL exponente del cine y del musical, que ha dejado sus pasos grabados a fuego en los fotogramas... y en nuestro imaginario colectivo. Pero este no es el único actor/bailarín que logró inmortalizar la confluencia de ambas artes.
Algunos pueden decir que se trata de gente que sin razón aparente comienza a bailar y cantar (todos siempre excelentes) en el medio de la calle, saben los pasos y conocen la letra (son los comienzos fílmicos de un flashmobs? jajaja)... el tiempo se detiene y parece que todos somos afectados por ese extraño sentimiento...


Con épocas de oro y otras de barro, el cine se encargó de llevar a la pantalla grandes musicales, algunos saltaron de las tablas al celuloide y otros tomaron el camino inverso, pero ya sea de uno u otro, los espectadores siempre pudimos ser testigos de grandes puestas en escenas, de inolvidables historias de amor, mezclas de comedia y drama, y hasta una de vaqueros!!!

Ahora las luces se apagan y el telón se levanta una vez mas, para recordar y compartir estas grandes peliculas. Algunos son clasicos reconocidos por muchos de nosotros y otros pequeñas joyitas perdidas y reencontradas en la web...


Primeras notas

Después de varios años de proyecciones, llegaría el desafió de integrar sonido con imagen, y la película que revolucionara el cine como ya lo había hecho “La llegada del tren” de los hermanos Lumieres o “El nacimiento de una nación” de D.W. Griffith en su momento, sería nada mas y nada menos que un musical. The jazz singer (1927) fue la primer película en utilizar vitaphone (sonido sobre grabados en un disco de pasta).
Así comenzaba una migración de actores de las tablas a la gran pantalla en otros clásicos como La melodía de Brodway (1929) y la que seria una de las primeras apariciones de Fred Astaire en la gran pantalla con Top hat (1935).

Si quieren saber mas de esta época, les podría recomendar ver el “documental apócrifo” titulado Cantando bajo la lluvia (jajajaja)




♫ gotta sing... gotta sing ♪

Los grandes y reconocidos actores de Hollywood se vieron en la necesidad de protagonizar sus propios musicales para no perder su público. Pero muchas otras veces fueron obligados por los directivos de los estudios (que por aquellas épocas no andaban con muchas vueltas que digamos) a tener que improvisar performarces en la pantalla.
Tres grandes estrellas como ser Cary Grant, James Stewart y Clarke Gable se enfrentaron a este dilema, y no solo le pusieron el pecho sino que tambie la garganta a tres clásicos musicales: Suzy (1936), Born to dance (1936) y Idiot´s Delight (19369) respectivamente.




Más estrellas que en el firmamento...

Podemos decir que durante las décadas del 40 y 50, Hollywood se transformó en el Edén del musical.
Comenzamos a conocer y a re-conocer a aquellos que serian las grandes figuras del género, una niña llamada Judy Garland enternecía a todos, mientras que Cyd Charise y Leslie Caron mostraron sus piernas enloqueciendo a mas de uno.
Entre los caballeros podemos destacar a dos grandes bailarines, cada uno a con su estilo particular, como lo fueron el ya nombrado Astaire y Gene Kelly, quienes nos brindarían un espectáculo único cantando y bailando juntos en Ziegfeld Follies (1945)



Quizás uno de los momentos mas recordados del cine musical es como dijimos antes, el de este hombre chapotenado bajo la lluvia, pero esa película en si misma podría sintetizar y servir de “documuental apócrifo” a lo que venimos contando. Pero Cantando... es tan sólo una gota en es estanque de los musicales de la época.


angeles y demonios...

Los musicales de la decada del 60 y mas que nada del 70, fueron un reflejo de la locura de la sociedad america :) pero estos cayeron en el olvido... rescatando a personalidades como Bob Fosse y Liza Minelli para intentar mantener siempre prendida la vela del musical...




Cantantes de tinta

Walt Disney ya nos habia deslumbrado años atras con Fantasia, aunque algunos siguen afirmando que no se trató de una pelicula para niños (tal vez sólo el fragmento mas recordado de Mickey como el Aprendiz de Mago lo es) la factoría del raton un par de años después nos deleitaría con clásicos animados como La Sirenita (1989), La Bella y la Bestia (1991) - quien es capaz de olvidar el baile entre ambos en la habitación del candelabro dorado, una de las primeras escenas además de usar tecnologia 3D- o Aladino (1992)
Pero no sólo Disney se atrevería, Henry Selick llevaría a la pantalla a un personaje de Tim Burton que se convertiría en un icono del cine.




Take two

Luego de unos años de intermedio... un largo intermedio, el cine musical parecia volver. Con un segundo aire prometedor, los musicales intentaban regresar a su epoca de Oro, pero esta vez el respaldo de los estudios y del star system no diria presente. Ademas deberian enfrentarse a aluviones de estrenos semanales. El contexto no era el mismo, dentro ni fuera de la pantalla tampoco.
A pesar de ello, existieron grandes actores, directores e historias que dejaron su marca en el celuloide.





Seguro que la lista esta incompleta, cada uno de nosotros recordará alguno que quedó por fuera, esto sin doble intensión ni mucho menos... sólo hemos nombrado algunas de las cintas, no sabemos si son las mas importantes o las mejores...

Como ya dijimos los musicales se han puesto de moda (una serie como Glee puede ser evidencia de ello) y para los próximos años se anuncian dos tanques... bueno por lo menos ese es mi anhelo, ambas son grandes historias que han tenido sus versiones sobre las tablas, pero como bien hemos visto, cuando llegan al celuloide se potencian de una manera magistral.
De París a Hollywood, de estrella olvidada a miserables luchadores, Sunset Bv y Los miserables llegarían en el 2012 y 2013 respectivamente.

mientras tanto, a cantar, bailar y dejarse llevar...


vanemaz
(algun dia cantará tambien!!!)

domingo, 6 de febrero de 2011

500 días de invierno

…y 500 razones para odiarla

(aclaración: este post es meramente catártico y contiene spoiler...)

Que el personaje principal se llame Summer ya es mal indicio. Durante las casi dos horas que dura el film de Marc Webb, Summer demuestra que definitivamente no le hace honor al nombre ni física ni emocionalmente. Pero no quiero enroscarme aún.

Hacía meses que quería verlo. Todo había comenzado cuando un amigo había confesado en su muro de Facebook haber quedado shockeado por la protagonista. Empecé a desesperarme, sumando a mis ganas habituales y obsesivas el hecho de que en el elenco participara Matthew Gray Gubler, otro punto lamentablemente en contra que más adelante detallaré.

Vuelvo con lo de mi amigo. Sucede que tiempo más tarde le pregunto qué tal la película, a lo que me responde “no me acuerdo, esa noche cuando la ví estaba en pedo”. Quedé en aguas, naufragando entre el film, la frase de este chico y la propia película que me había hecho en la cabeza, una gran obra fruto de la ilusión que se empezaba a desmoronar.

Fue finalmente ayer cuando los últimos escombros se terminaron de desperdigar por todo el terreno. Haciendo zapping, esa acción tan dual, tan entre el patetismo y la necesidad, la encontré!!! Habían transcurrido ya más de quince minutos, pero había visto el trailer en mis días de búsqueda desesperada así que más o menos tenía una idea del primer encuentro de los protagonistas.

Me quedé sentada mirando, después de tanto buscar no podía cometer el acto tan cruel de dejarla ir. Y los sentimientos que vendrían a continuación serían los causantes de mis ganas de escribir esta catarsis, porque no hay otra palabra que describa estos párrafos amontonados y bastantes incoherentes.

500 días con ella” (nombre criollo que le chantaron a 500 days of summer) es un film al que le hubiera ido mejor si se hubiese quedado en el modo “pochoclero estándar”, pero no, aparentemente quiso ir más allá y parecer interesante, y ahí cayó, con el mayor desacierto de todos: ignorar la narrativa y dedicarse a la estética, sin olvidar por supuesto, recostarse sobre los lugares comunes nuestros de cada día.

La historia es la de un chico que en cambio de ejercer su profesión: la arquitectura, se dedica a escribir tarjetas para una compañía. Ahí conocerá (desde ahora la llamaremos así) a Winter, la secretaria de su jefe. Tom cree en el amor, en estar predestinado a alguien, el destino y esas cosas…ella no.

Winter en realidad es una histérica, una mujer que carga con el peor tipo de neurosis que jamás haya diagnosticado Freud. Que no creyera sería estupendo, pero Winter en realidad no sabe qué caranchos quiere hacer con su vida. Encima habla tan despacio que crispa...y el pobre Tom cae a sus pies, pero ella sólo sabe dejarlo plantado por todas las calles de una Los Angeles que parece una San Francisco.

El director va mostrando el ir y venir del dúo a partir de un contador (que obviamente tiene que llegar a 500) que va y viene, mezclando lo que pasa y lo que podría pasar. Las expectativas del protagonista también se muestran a partir del recurso de la pantalla dividida. Pero por si fuera poco, le agrega al combo comentarios de los dos amigos de Tom en blanco y negro, homenajes a Ingmar Bergman y momentos surrealistas que terminan de arruinar todo. Lo que sin dudas acompaña y sobresale es la música, lo que pagaría el cheque…

Según Wikipedia el film fue aclamado en Sundance, pero real y sinceramente a mí no me gustó. Quizás porque ilustra la teoría (aplicada ampliamente al género masculino) que dice que una cosa es ser cool y otra muy distinta parecerlo; es decir, el que se hace pero no es, queda relegado a la figura de verdadero mamarracho…y 500 cae en el mamarrachismo típico de un film que se pierde en esta ambición desmedida.

Párrafo aparte merece el anteriormente mencionado Matthew Gray Gubler, amor platónico al que bajé de un gomerazo después de verlo en ínfimas tres escenas. Que se quede en la BAU como el nerd Dr. Reid que ahí está bien y que se haga el favor de no participar más haciendo de amigo que hace típicas y compinches preguntas sexuales….simplemente don’t match!

El pobre y always tierno y groso y sexy Joseph Gordon-Levitt salva las papas y Zooey Deschanel definitivamente es muy buena actriz porque con su cara de página en blanco, su risita de nena de diez años y su intento de parecer inalcanzable, hace aflorar el instinto asesino del espectador.

Last but not least: el final! Se demuestra la esencia del mamarracho… El director termina casando a la protagonista (que al final era una Susanita cualquiera), mientras que a Tom, el mismo día en que deja las cosas bien y se amiga con su conciencia, le agrega el factor “conocerás a la mujer de tus sueños”.

Es decir: terminó siendo una comedia rosa que tiró por la borda todo lo que podría haber tenido de interesante. Insisto, me quedo con una tonta pochoclera asumida como tal como por ejemplo “Quiero robarme a la novia” (disculpen, es un guilty pleasure….la tengo grabada y la miro cada tanto, aparte de que me gusta un poco Patrick Dempsey).

Este film se miente a sí mismo, y termina engañando al que le destina su tiempo. Quizás triunfó en Sundance porque a los del norte le venden cualquier verdura y la compran, quizás no me gustó porque soy más neurótica que Winter o porque vivo agregándole demasiadas expectativas a todo, quizás les recomiende que la experimenten y saquen sus propias conclusiones….quizás quizás quizás…

Aunque después de releer semejante pesimismo condensado, era mejor quedarse con la primera impresión, la de mi amigo ebrio…

GGss