martes, 30 de noviembre de 2010

Harry Potter y las reliquias de la muerte

"Monsters are real, and ghosts are real too. They live inside us, and sometimes, they win" Stephen King

Ayer fui a ver Las reliquias de la muerte, la última entrega de Harry Potter, pero volví tan extasiada de la experiencia que tuve que esperar hasta hoy para poder ver con mayor lucidez (si se quiere) el panorama. Una vez más, fuimos en patota (temeraria patota de gente entre 11 y 26 años, en fin). Sentados, siendo los únicos dentro de la sala, los 6 potterianos y no tanto, nos entregamos a la magia (del cine, obvio).

Al contrario de mucha gente (“joven” en su mayoría) no me sumergí en el mundo potter a partir de los libros sino directamente (cuando no) por el cine. De haber sido al revés, quizás mi percepción sería otra, pero, al contrario, el haber experimentado la historia de esta manera me ha afectado tanto que quiero empezar a leer los libros, a sabiendas de los miles de detalles que fueron quedando en el camino (la costumbre 2.0 de buscar lo que se omite para tener el panorama completo exacerba las ganas de más).

Y decir que Harry Potter es más que la historia de un aprendiz de mago no es descubrir América, pero cabe remarcar la capacidad de la ahora mujer más rica de Gran Bretaña (no voy a emitir opinión en cuanto a esto, aclaro por si las moscas) de expresar tantos sentimientos, ideas, posturas políticas, pedazos de historia a partir de metáforas casi perfectas con el mundo de la magia. Hay una hibridación de significados que hacen reír a los más chicos y pensar a los más grandes (y viceversa). Con cada entrega este doble juego, este dualidad, se hace más evidente, hasta rozar lo crudo, lo árido, hostil, cruel, real. Quiero agregar que además, y hablando de hibridaciones, estoy convencida de que esta es la más jamesbondiana de toda la saga! El agente 007 es como Pierre Levy y como El mago de Oz: siempre están!

Los días felices y traviesos en Howarts quedaron atrás (me atrevo a decir que terminan en la cámara de los secretos y empiezan con el basilisco y Harry hablando parsel). Su vida empieza a complejizarse de la mano de su pubertad. El futuro es cada día tan siniestro como sus sentimientos, su deseo sexual confundido con sus emociones sobre el pasado. No sólo va profundizando su saber en pociones y trucos sino en el amor y el sexo opuesto. Sus sueños se pervierten en todos los sentidos, empiezan a desbordar lo in-deseable que atrae y lleva a un estado de confusión permanente.

Harry no sabe en quien confiar, no hay blancos y negros en el mundo de los magos..."todos tenemos luz y oscuridad, lo importante es saber a cuál de las dos escuchar” o algo así le dice Sirius Black. No existe la pureza, todos somos sangres sucias (mal que le pese a Salazar Slytherin, los Malfoy, the-you-know-who y demás gente facha).

Esta vez preparen pañuelos y dejense llevar. La música los va a envolver, los paisajes por todos los rincones del Reino Unido desbordarán todas las retinas, la pantalla gigante hará el resto. Por momentos van a sentirse parte de un video juego, cayendo junto a los personajes, nadando casi desnudos en un lago congelado, repensándose junto con Ron. “He visto tus sueños” le dice el Dark Lord (tiene mil nombres el innombrable) al pobre Ronald Weasley (siempre fue y será my favourite, un genio!), desafiando a que él mismo enfrente sus temores, sus propios monstruos.

La oscuridad se empieza a apoderar de las mentes, el señor de las tinieblas ya casi está terminando su metamorfosis, le falta un elemento esencial. Es como decía Latour, constantemente asociamos elementos de todos los tiempos, y en Las reliquieas de la muerte todo regresa, todo vuelve para cumplir su rol fundamental. Incluso, entre tanta oscuridad, vuelven los sentimientos (que siempre estuvieron cerca, como dice Fito de Rosario): la amistad, el confiar en uno mismo, el creer que se puede, la honestidad bruta, el amor hacia los sueños, el trabajo colaborativo y la inteligencia colectiva, pero sobretodo, el saber que la fe puede mover montañas, pero el amor no sólo las mueve sino que las rompe y las vuelve a armar a su manera, siempre nómada manera.


No sé si esto quiso ser una review, para eso tendría que esperar hasta julio del 2011, porque esta entrega termina literalmente en el medio, con una escena que describe la partición simple y magistralmente. Habrá que esperar al frío invierno para descongelar los secretos, por ahora, esto fue sólo una muestra de afecto a una gran historia que afecta en todos (y todos) los sentidos y los dispara para todos los costados, una historia que por lo menos, y como decía Billy Wilder, nos hace olvidar que estacionamos mal el auto o nos peleamos con nuestro jefe....

Cuando el cine logra eso, es simple, no hay nada más que decir....lo sublime no tiene palabras (es más bien mágico).


GGss

2 comentarios:

Javier Márquez dijo...

Nose como llegué a tu blog (en realidad buscando una imagen para el mío) pero me ha gustado mucho, en especial tu apresiación sobre la peli de Harry Potter.
Yo no ví ninguna de las entregas, pero después de leer tus comentarios, me han dado ganas de verlas en el plasma, que es lo más parecido al cine que hay.
Saludos desde Argentina.

Javier Márquez dijo...

Nose como llegué a tu blog (en realidad buscando una imagen para el mío) pero me ha gustado mucho, en especial tu apresiación sobre la peli de Harry Potter.
Yo no ví ninguna de las entregas, pero después de leer tus comentarios, me han dado ganas de verlas en el plasma, que es lo más parecido al cine que hay.
Saludos desde Argentina.