martes, 9 de julio de 2013

Lo Imposible

El cine catástrofe ha tenido desde siempre un lugar privilegiado entre las elecciones de sábado a la noche. Al igual que el género horror, brinda una única posibilidad al espectador de sentirse seguro y cómodo en su silla, butaca o cama, una sensación que ha ayudado al cine a erigirse como entretenimiento máximo de la modernidad.

Terremotos, huracanes, tornados, tsunamis. Tsunamis.

El 26 de diciembre de 2004 un tsunami (producto de un terremoto en el océano Índico) azotó una vasta zona del sur y sureste asiático, dejando un saldo de más de 100.000 muertos, sin contar la cantidad de herido, daños materiales y pérdidas irrecuperables. El mundo vivía desde las noticias la trágica situación y revivía desde youtube el momento una y otra vez. Era cuestión de esperar hasta que algún ávido director tuviera el presupuesto para retratar y relatar la historia.

Y el momento llegó de la mano del español  Juan Antonio Bayona con la cinta Lo imposible (dos años antes, en 2010, Clint Eastwood había hablado del tema en la traumática Más allá de la vida, pero no como suceso central como en este caso).

El film (que estuvo en los cines locales en la temporada estival), cuenta la historia real de una familia española (en este caso inglesa, los Benett) que de vacaciones en Tailandia, es sorprendida el día después de Navidad, por la gigantesca ola en medio de la pileta del hotel, y las peripecias que deberán vivir para poder sobrevivir y reencontrarse. Ellos son María (la gran Naomi Watts) y Henry (Ewan “hats off” McGregor) y sus hijos Lucas, Simon y Thomas.


El acierto de Bayona está en el tratamiento realista de la imagen, que hiela la sangre (un tratamiento que volvió un film de suspenso como El Orfanato, en una de las cintas más terroríficas de los últimos tiempos, ¡una masterpiece!). Muy pocas veces viví un silencio tan profundo en el cine. Fuera de los lugares comunes (salvo alguno obvios que sueltan lágrimas), el director se focaliza en los lazos afectivos, en lo que sucede ante lo imprevisto, en la desesperación ante lo desconocido y la repentina soledad, y ante esa necesidad del ser humano de enterrar a sus muertos. Otro acierto está en el dúo protagonista, ambos Naomi y Ewan tienen una capacidad expresiva única que revaloriza cada escena (y en este sentido hay que destacar y mucho la actuación de la Watts, increíble, que le valió muchas nominaciones, entre ellas la de Mejor Actriz Protagónica en los últimos Premios Oscar). El fiml incluso tiene una pequeña pero gran aparición: la de Geraldine Chaplin, en una escena que dice más de lo que habla.


Fuerte, poderosa, shockeante, reflexiva, dura. Lo imposible nos toca ese punto interior y activa nuestro mecanismo de defensa, ese que nos lleva a plantearnos “¿qué haríamos sí...?”
Tan fuerte que, esta gabineteana cada tanto sigue soñando (interpretaciones aparte) que la persigue una ola.


GGss


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