martes, 6 de mayo de 2014

The WORDS...el poder de las PALABRAS



El escritor y su cruel destino: el de golpear puertas y que éstas lo golpeen. El cine y su destino: contar las historias que nadie cuenta para que no mueran, o aunque mueran en el intento.

Los films sobre escritores a veces llevan al tedio a los buscadores de acción, otras sorprenden a quienes antes de acostarse prueban con el zapping para calmar penas o darle rienda suelta al vicio.

En este caso, Desde el sofá presenta: Palabras Robadas. La traducción en así es una cagada ya que el título original (The Words) es muchísimo más representativo porque abarca todo el film y no una parte como en castellano. Las Palabras cuenta tres historias todas en una, tres historias que se tocan e interfieren.
Clay Hammond es un reconocido escritor estadounidense que está presentando su último libro: “The Words”, allí en la presentación comienza la lectura de su historia, la del también escritor (no así de famoso) Rory Jansen, un luchador de las letras que busca que se conozca su trabajo, quien, paseando por París junto a su mujer Dora en su luna de miel, encuentra el manuscrito de una novela anónima (aunque lo descubre tiempo después) escondida en una especie de carpeta de cuero que su esposa le regala para guardar sus escritos. Rory lee la novela y queda anonadado por la grandeza de la misma, y la publica a su nombre ignorando que “the Old Man”, el autor de aquellas palabras lo buscará y le hará saber que él es el hombre detrás de esas letras y esa historia; claro que se lo hará saber a partir de su propia historia, ocurrida medio siglo atrás en París.


Como las capas de una cebolla (o una novela de Paul Auster), la historia va abriéndose (y cerrándose), mezclándose e hibridándose con cada personaje, puntal de cada historia. Clay, Rory y The Old Man son casi la misma persona, comparten la misma pasión por las letras y parecidas frustraciones a pesar de haber tenido destinos bien diferentes.



El film fluye con suavidad y nos deja pensando en las consecuencias, en las decisiones y lo que éstas nos legan. Buenas actuaciones, sobre todo del señor Jeremy “palabra mayor” Irons en el rol del viejito dueño de las palabras (muy cerca por momentos del Doctor Chapatín en su andar); también se destacan el ascendente (y ahora sí, tomado más en serio) Bradley “cara de leoncito bebé” Cooper, completando el combo Dennis Quaid, Zoe Saldana como Dora Jansen y Olivia Wilde como Daniella, una joven escritora fan (y otras yerbas) de Clay Hammond.

Las palabras dan vida, crean mundos, visten realidades, pero son tan poderosas que pueden matarnos en menos de una frase.

@Eugess

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