lunes, 23 de agosto de 2010

el extraño mundo de Tim

Un hombre cuenta sus historias tantas veces,
que al final él mismo se convierte en esas historias.


Qué se puede decir de nuevo sobre este singular director, uno de los pocos exponentes que puede ser considerado en nuestros días como esos que revitalizan el verdadero cine de autor, género perdido detrás de las grandes producciones y hasta de la mismísima figura de los productores (el primero que se viene a la mente es el tanque Bruckheimer). Pero aprovechando de que estamos tan cerca de festejar un natalicio más, vamos a tomar una gran bocanada de aire fresco y dar el paso hacia el extraño mundo del niño Tim.

Un conejo blanco con chaleco y reloj se nos aparece muy apurado, lo seguimos y terminamos en la entrada de una vieja casona, de arquitectura no muy recta ni clásica… nos da la bienvenida un singular (como todos los que nos vamos a encontrar en nuestro camino) personaje, un niño de tan sólo 7 años con guardapolvo y grandes guantes de goma negra. Con voz gruesa y espeluznaste nos invita a atravesar el umbral hacia una oscura habitación de grandes ventanales asimétricos, donde la luz y la sombra danzan un extraño vals.

Somos sacudidos de nuestro primer asombro cuando una bicicleta pasa rotundamente junto a nosotros haciéndonos trastabillar. Era un niño-hombre de traje que mientras se aleja por un largo corredor, nos pide disculpas. A pesar de que esta habitación parece acogedora, con grandes sillones de terciopelo rojo y mesas largas muy largas, nos animamos a adentrarnos en ese oscuro pasillo. Algunas puertas son abiertas violentamente por el viento, como invitándonos a dar un paso hacia su interior, otras permanecen cerradas, como aquella que tiene un cartel que dice: “llámeme tres veces por mi nombre de pila y espere ser atendido”, ese inusual encabezado está enmarcado por el dibujo de un insecto y un vaso de jugo con el epígrafe: “léase en ingles, please”

De repente un estruendo nos hace dar vuelta, una puerta se ha cerrado violentamente, sabemos que no fue el viento, ya que se escucha trabajar con electricidad detrás del ella, pegamos nuestras orejas en la lámina y escuchamos gritar: “está vivo!!!!”, de repente se oyen unos ladridos. Sin comprender demasiado, y con pocas intenciones de averiguarlo, seguimos camino por el oscuro corredor…

Nos encontramos con unas escaleras hacia lo que parece ser el sótano de la casona, bajamos un par de escalones tratando de no ser descubiertos. Vemos a un hombre a medio vestir, parece que se está colocando un disfraz de noche de brujas, pero para eso todavía faltan un par de meses. Tras refregarnos los ojos, perdemos de vista a esta singular silueta, que de repente aparece frente a nosotros colgado del techo y nos dice: ”I’m Batman”… salimos despavoridos del lugar.

Cuando logramos recuperar el aliento nos damos cuenta que nos encontramos en el jardín, tenemos la sensación de que alguien o algo nos está observando, nos damos vuelta y divisamos una delgada figura que nos saluda, está sólo de paso, pero lo conoce a Tim como nadie, este rey de Halloween forma parte de Tim de una manera muy particular, siempre lo tratan como pariente suyo, pero sólo formar parte de su inconsciente, pero para dar un paseo por allí tendríamos que convocarlo a Leo DiCaprio y seria un viaje muy movido... lo dejamos para la próxima.

De repente y poco frecuente en estas latitudes, comienza a nevar. Es El Eternauta! Es la lluvia radioactiva!!! No, no temáis, es simplemente nieve… levantamos la mirada y vemos a un joven de aspecto singular esculpiendo un gran ángel de hielo. Ese extraño de pelo largo parece un cachorro abandonado, lo saludamos entusiasmados con la mano y él emite una tímida sonrisa, ya que parece estar tan imbuido en su trabajo que no puede soltar sus herramientas…

Este jardín parece un verdadero Edén, las flores parecieran hablar y los arbustos presentan simpáticas figuras (algunas de tamaño real, otras de gigantescas dimensiones), quién sería capaz de semejante jardinería?, “son obras de mi tocayo” nos dice un él/ella… eh? A este lo conocemos, es el peor director de la historia, nos contagia un poco de su optimismo e invita a continuar el recorrido por la casona, mientras lo vemos alejándose con su pulóver de Angola nos percatamos que bajo una pérgola el hombre del disfraz está jugando a las cartas con un pingüino y una gata, que extraño trio para jugar al chancho va!

De repente vemos algo en el cielo que nos inquieta, algunos puntos se mueven, y parecen estar acercándose… son naves espaciales! Favio Zerpa tienen razón, hay marcianos entre la gente… pero no son amistosos, comienzan a disparar, corremos a buscar un lugar seguro y nos encontramos nuevamente en el largo y oscuro corredor, pero algo nos dice que no es el mismo, esta vez son cuadros los que cubren las desgastadas paredes de la casona.

Un molino, un puente, una iglesia, un petirrojo, símbolos paganos dibujados en tiza sobre el retrato de un joven pálido. El último cuadro de la hilera era el de un jinete, pero el lienzo estaba rasgado justo a la altura de la cabeza, así que no pudimos develar de quien se trataba.
En la pared de enfrente otra seguidilla de cuadros asemejaba ese corredor a una galería de arte. Esta vez las imágenes eran más bizarras, parecían ser simios para ser más específicos. Toda una familia, científicos, sacerdotes, y una mascota muy particular, un humano… la palabra “maniáticos!!!” en aerosol rompe la mono-tonía de las obras, no sabemos muy bien que significa… pero seguimos camino.

Nos encontramos con una empinada escalera, de barrotes de hierro oxidado y telarañas, a esta altura nada nos sorprende ni asusta, nos disponemos a subirla. La primera puerta del fondo a la derecha parece ser el baño, al fin algo de normalidad. Cuando abrimos la puerta, la normalidad vuelve a ser una palabra ajena, nos encontramos con una extraña postal: un hombre con una caña de pescar intenta que algo pique en la bañera. “llevo años intentándolo” nos dice con una particular tonada, “quieren que les cuente una historia?” Sin esperar recibir la respuesta comienza a relatar cuando vió la forma en que moriría a través del ojo de vidrio de una bruja cuando era niño… cerramos lentamente la puerta para que no se de cuenta…

Retomamos nuestro camino, el pasillo parecía achicarse, el techo bajar y las paredes contraerse hasta que nos encontramos con una pequeña puerta, del otro lado se escucha cantar… la abrimos y pasamos, otro hermoso jardín con coloridas plantas y un delicioso rio, si es un rio de chocolate con una única cascada, “que hace al chocolate más ligero” nos soplan por la espalda un hombre con sombrero de copa y algunos oompa loompa, quienes nos ofrecen gigantescas tabletas de rico chocolate amargo.

El recorrido parecía llegar a su fin, pero aun nos quedaba un tercer piso que visitar, mejor dicho se trataba del altillo de la casona, nos animaríamos a subir? Una música, un dueto de piano nos hechizó, y cual canto de sirenas no pudimos evitar subir la escalerilla. Para nuestro asombro era un cadáver el que tocaba el piano, el cadáver de una novia junto a su esposo… que pareja mas despareja pero que bien que tocaban juntos, no quisimos interrumpir ese intimo momento, romántico, eterno, aunque quisiéramos no podíamos sacarnos la melodía de la cabeza, pero casi la perdemos…

Sentimos pasos detrás de nosotros, pesadas botas sonaban en el piso de madera, “Alright! You sir, you sir, how about a shave?” mmm no gracias, dicen los hombres rápidamente. Ahora nos ofrece ir a probar uno de los deliciosos pasteles de carne que la Sra. Lovett está preparando en la cocina, “son de carne fresca” nos recalca mientras limpia una de sus navajas, sabiendo que no aceptaría otra negativa, le agradecemos y seguimos rápidamente camino…

Chocamos con una muralla de cajas, típico de un altillo abandonado, algunas dicen con grandes letras amarillas “coming soon”… nos atrevemos a abrirlas y descubrimos lo que pueden llegar a ser fotos de una particular familia, padre, madre, dos hijos, un tio gordito y una abuela. Dos singulares siluetas, una muy alta que se pierde del retrato y de la otra solo podemos distinguir una mano. En otra caja aparecen cuadernillos con pos-it sobre ellos que dice: “mostrárselos a J.D.“ Quién será este J.D.? Seguramente algún amigo de Tim…

Nos disponemos a salir de la casona, sin antes saludar a esa sonrisa que desde la última ventana de la casona parece saludarnos e invitarnos a regresar… seguro que regresaremos, pero por hoy fueron demasiadas emociones juntas, tomamos la calle lateral, todas las casas son iguales, de colores vivos y con jardines bien cuidados, niños juegan en los pórticos, perros de las razas mas variadas corretean a los pocos autos que circulan, solo la casa del pequeño Tim parece resaltar de entre ellas, pero a pesar de ellos es extrañamente familiar y encaja a la perfección.

Donde algunos elementos se repiten peliculas tras peliculas (pequeñas parte de la escenografia, dialogos, personajes, guiños para el espectador.....) y hacen de todas las historias narradas con su sello único, una gran historia... la de Tim Burton!


(si estas en FB, sigue el link para ver el video)

Ahora es tu turno, cuál es tu personaje favorito o si lo prefieres te sentís identificado con alguno (y obviamente, lo más interesante, por qué?) yo me siento como Vincent Malloy ese niño de 7 años que sueña ser como Vincent Price….

vanemaz

2 comentarios:

Antonela Ginessi dijo...

Primero me enamoré de su homenaje al expresionismo alemán... luego de su reincidendia JhonnyDeepesca... y finalmente de ÉL! Todo lo que ha tocado (y seguramente lo que tocará) la magia de Burton me apasiona, emociona, entusiasma y no me deja más palabras que Gracias Tim!!

María Eugenia Del Zotto dijo...

EXCELENTE Vane!

Qué decir de Burton....es decir, cuánto por decir de un director al que el amor por el cine le sale por los poros!
Todos los films que he visto me han dejado una marca, pero quizás mis dos preferidas sean El joven manos de tijeras y El gran pez.
La primera marcó mi infancia, ¿cómo no enamorarse de ese joven que sólo quería amar y ser amado?, como no querer a ese híbrido (ahora entiendo todo) que hasta hizo nevar!
Pero si me tengo que identificar con uno, ese es Ed Bloom, ese aventurero que sabía mejor que nadie que como decía Fellini "nuestros sueños son nuestra única vida real", que sabía que la vida era un gran relato al que le agregamos nuestras propias fantasías para endulzarlo, que "Iba camino de descubrir mi destino. Como no sabía en que iba a consistir exactamente, opté por explorar cualquier oportunidad que se me presentara."
...y como Bloom, Burton no sólo sabe explorar y sacarle chispas a su manera de ver la vida y sus pasiones, sino que además,y como aquel soñador, nunca descansa!