lunes, 11 de julio de 2011

nacido para el personaje

Existen actores que parecen haber nacido para interpretar un papel determinado. No estamos diciendo que siempre hagan de malos, galanes o de damiselas en peligro, sino, y más que nada se evidencia en el género de la ciencia ficción y las adaptaciones de los comics, hay personas que el traje de lycra ajustado les calza a la perfección. Pero ojo, también están aquellos quienes se atrevieron y les salió el tiro por la culata. Como hay de todo en la abadía cinéfila, he aquí un pequeño recorrido de actores “nacidos para el personaje”.


Vamos a comenzar con el polifacético Robert Downey Jr, que a pesar de haber tenido altas y bajas (para no decir grandes bajezas) en su carrera, encontró la horma de sus zapatos cuando debió calzarse (y comerse) en 1993 los de Charles Chaplin en la biografía apócrifa del magnífico maestro de la comedia.

Tuvieron que pasar dos décadas para volver a repetir este éxito, y lo logró cuando se vistió con el traje de Iron Man. Todos dijeron que el papel de Tony Stark le quedaba pintado, que había sido confeccionado para él, y si, ya que puede gustarte o no las películas basadas en comics, pero este superhéroe de Marvel no podía ser pensado para ningún otro. Al año siguiente Robert (que no deja de facturar) tomó la posta en otra franquicia tanque de Hollywood, y con un perfil victoriano adoptó la identidad del famosísimo investigador Sherlock Holmes. Un tanto más desalineado y violento del que el celuloide ya nos había dado, este personaje de la literatura clásica también presentó a un actor nacido para interpretar no sólo uno sino tres personajes que le quedaron como anillo al dedo.



Quien haya leído “El Código Da Vinci” previo a la realización de la película, no se imaginó a ningún otro más que a Jean Reno en el rol de Bezu Fache. Gracias a la pluma de Dan Brown este rudo capitán de la policía francesa estaba descripto de tal manera que sólo León podía llegar a intentar ponerse en su saco con el detalle de la cruz sobre el mundo en su solapa. Pero no sólo Faché estaba descripto para este actor, sino que Sir Leigh Teabing estaba destinado para otro Sir, Sir Ian McKellen. Tal vez Brown ya pensaba vender su libro a las grandes productoras de Hollywood (está narrado de una manera muuuy cinematográfica) y basó sus personajes en estos actores, o tal vez, fue un solo un golpe de suerte…



Ciudad Gothica fue el escenario de varias adaptaciones, algunos Batman tuvieron más suertes que otros, y de manera cronológica marcan el nacimiento, la agonía, la muerte y la resurrección de este grande entre los dioses del Olimpo (de los superhéroes ja!).

Michael Keaton se calzó el traje negro con insignia amarilla en dos oportunidades, las dos bajo la lente del magistral Tim Burton, que le dio un tono sombrío pero caricaturesco a las historias. Este Batman (petizo y cabrón como diría algún conocido) fue precedido por un rubio y aniñado Val Kilmer. Un Bruce Wayne más cerca de Ricky Ricón que del muchacho que si hizo hombre de golpe tras ser testigo del asesinato de sus padres. Aquí Joel Schumacher cambió totalmente la estética sombría de Ciudad por algo mucho más ostentoso, dejando en la cuarta parte en línea plana al hombre murciélago. Si bien George Clooney reconoció que casi mata una franquicia y lleva a la ruina a la Warner por ponerse en la piel del encapuchado más famoso (que por Dios su traje le marcaba sus pezones!!!), no hay que tirarle todo el muerto a él solito. (George yo te banco!)


Por suerte un par de años después, Christopher Nolan y Christian Bale (y Michael Caine! Y Gary Oldman!) lo sacaron del coma y revalorizaron a Batman como un ser oscuro y con muchos conflictos a resolver, conflictos no solo en la corrupta Ciudad Gothica (ahora más parecida a una ciudad de Estados Unidos) sino a los de su propia cabecita loca. Larga vida al hombre murciélago…

(que grande Adam West, un batman con traje “puro West!”)


Un superhéroe que no corrió con la misma suerte fue el hijo pródigo de Kriptón. Kal-El fue interpretado en la tele como en el cine por dos Reeves, George allá por los 50, y Christopher del 78 al 87. Por destino, o por la maldición de la capa roja, no tuvieron mucha suerte en sus vidas, el primero se suicidó, aunque muchos siguen afirmando que se trató de un homicidio (ver Hollywoodland) y del segundo hombre de hacer todos conocemos su terrible accidente.

Luego de muchos años y con la incorporación de nuevos efectos especiales, se intentó volver a darle pista a Superman, pero la capa roja le quedó muy grande a Brandon Routh (lo único que salva la película es un Luthor interpretado por Kevin Spacey, recordar de todas maneras el magnífico Lex que llevara adelante Gene Hackman en las anteriores cintas)

(con un poco de otros superpacotillas que engalanaron la pantalla)


Así podríamos continuar con muchos y muchos ejemplos, no hablamos de Gatubela con Halle Berry por un lado y Michael Pfeiffer por otro (habrá que esperar ver que hace Anne Hathaway), ni de un sombrerero loco de la mano de Johnny Depp, o un terminator con la inexpresividad de Arnold Schwarzenegger; porque ya sea del actor al personaje, o del personaje al actor, existen seres que nacieron para estar juntos en la pantalla grande…


@vanemaz

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