viernes, 15 de octubre de 2010

Atrapado Sin Salida ...o Buried para los amigos

Tenía miedo, debo confesarlo. Entré al cine con un pie adentro y uno afuera. Rezaba a algún santo del celuloide que tras pagar un desorbitante precio por la entrada a ese mundo, la experiencia lo valiera, aunque sea en un 20%.

Tenía el back up de algunas voces amigas cinéfilas, en las que confiaba más que en las frases del poster que muy “tirabombamente” decían “Hitchcock la envidiaría”. Y tomarse semejante atributo tenía que tener algún asidero más que el de aumentar la curiosidad del cinéfilo promedio. Pero, ya lo ven, tengo una marcada inocencia, soy de creer, me gusta creer que Papá Noel me trae regalos una vez por año, me lo imagino en el trineo sudando, alabando las piletas de todos los tamaños del Kentuky por acá cerca y la magnitud de los silos de cereal cerca de casa, acariciando a los renos con remeras que dicen I LOVE NY…perdón, me fui. Vuelvo.

Creí en algún punto, en lo que me vendía el poster, sumado al comentario que había hecho mi tío una semana antes: “no apto para claustrofóbicos”; y todo fue sumando, acrecentando el deseo de vivir esa experiencia, porque recalco, ver Buried (Enterrado por estas pampas) es una gran experiencia. Una experiencia táctil, porque, como planteaba McLuhan de la era eléctrica, es táctil en tanto compromete a todos los sentidos. Me pasó como aquella vez con Carancho, destaqué la experiencia a pesar de todo. Pero vamos al grano.

Desde los títulos iniciales y la música, sabemos con seguridad que el director es admirador de Alfred. No sé si Hitch hubiera envidiado este film, pero hubiera dicho tal vez (eso de poner frases en boca de los muertos no me va) que es acertado presentar una historia con una trama de lo más simple. Más allá de los comentarios de mi padre “que manera de hacer una película barata, un actor y una sola locación”, acá se cumple esa premisa de que en el cine, la sencillez narrativa siempre es efectiva (eso no quiere decir que alabe la narrativa, creo por el contrario que cae en los lugares comunes del cine que tanto hemos visto hasta el cansancio y que hace que uno se adelante a lo que va a pasar, por ejemplo el final).

Pero aún así, rescato el film por el lugar en el que ubica al espectador mediante los planos y la música (lo más sublime y delator del amor hacia el gordo Alfredo de todo). Se sabe, el cine que logra que uno se extrapole al otro lado es efectivo, y el español Rodrigo Cortés lo logra. La falta de oxígeno se trasladó desde el cajón de madera hasta la sala oscura con 11 personas (4 mujeres, dos jóvenes y dos jovatas, y 7 hombres, todos jovatos).

Paul Conroy (Ryan Reynolds), un contratista civil despierta dentro de un ataud que aparentemente está enterrado en el medio del desierto en Irak, provisto sólo de un celular (cargado), un encendedor. Conforme se va desarrollando la trama y a medida que empieza a realizar llamadas (con los imprevistos de siempre: no hay señal, nadie está en casa, la operadora le pregunta lo innecesario), se va enterando de la causa de su desgracia, además de descubrir que no está tan sólo en el cajón.

La gran protagonista de Buried es la cámara, que usa de juguete la emoción del espectador. El plano general, los planos detalles, el magnífico plano aberrante, el zoom up y el zoom out, el cenital, todos cumplen con sus propósitos. El diálogo acá, y siguiendo a Hitch, “es un ruido más”, genera preguntas pero después no es más que decorado, incluso, como remarqué antes, la trama es puro MacGuffin. Y el hecho de centrar la acción en un solo lugar, concentra la atención (y la tensión), ahorra los clásicos puntos de fuga que surgen en los films de parte de quien está del otro lado de la pantalla. Es difícil volar la mente por fuera de ese lugar enterrado.

Enterrado enterró las dudas iniciales y brindó 90 minutos de emociones diversas, suspenso y falta de oxígeno. Nos dejó ser pequeños Pauls por un rato (sin tanta tierra y olor a chivo).

Salí del cine con dos certezas:

- Hitchcock sigue siendo Dios

- Los españoles siguen siendo los santos de la creación de suspenso en el cine actual

GGss


5 comentarios:

vanemaz dijo...

MB comentario... se nota el amor x Hitch de los dos lados, del director y el tuyo (deberiamos escribir juntas alguna nota :))

igual mas alla de la tension, el homenaje, la musica y los planos, mantengo mi postura claustrofobica de evitarla (hasta q la den por cable, y tenga la posibilidad de cambiar....jajaja)

María Eugenia Del Zotto dijo...

Hitch es ancho en todos los sentidos posibles....hay tanto para escribir sobre él y su cine que tendremos no mil, millones de oportunidades!!!!!

María Eugenia Del Zotto dijo...

Hitch es ancho en todos los sentidos posibles....hay tanto para escribir sobre él y su cine que tendremos no mil, millones de oportunidades!!!!!

Antonela Ginessi dijo...

Me dieron ganas de verla... pero no tanto como para ir al cine. Recurirré a las bondades de la red y la inteligencia colectiva... Ya dejaré mi opinión.

Sebastián Sorribas dijo...

Le tengo ganas!! Sobre todo en el cine, además intenté bajarla y lamentablemente no está en buena calidad y solamente en gallego. Hay que esperar para descargarla. Buena reseña, pero espero verla para emitir una opinión formal