miércoles, 27 de abril de 2011

Dame una señal…

Aprovechando que se conmemoró el día nacional del cine argentino, pensamos en volver a ver una película nacional, de esas que nos hacen disfrutar del cine argento, que hacen que aquellos que lo defenestran tengan que pensarlo dos veces la próximamente que se diga que la peli es nacional.
La elegida de hoy tiene algunos años ya, pero eso no quita que nos acomodemos en nuestro mejor sillón para disfrutarla, apaguemos las luces y subamos el volumen que La señal ya comienza.

¿De qué viene la mano? Santana y Corvalán (Diego Peretti y Ricardo Darin respectivamente) son dos investigadores privados que se ganan el pan de cada día siguiendo esposas infieles y esposos jugadores, en la Argentina de 1952. Enmarcado en lo que fueron los últimos días de vida de Eva Perón (con el clásico discurso del paso a la inmortalidad) estos amigos, uno peronista el otro no, se encuentran investigando un caso que poco tiene que ver con la política del momento, pero que mucho tiene que ver con los códigos y el estilo de vida de la época.

Gloria (Julieta Diaz) es la mujer que los contrata para seguir a su esposo por una generosa suma de dinero que no pueden rechazar, no es una época facil. Cámara en mano, el pibe Corvalán se convierte en su sombra, y sin pensarlo termina atrapado en una maraña de intrigas, traiciones y dobles sentidos.

Fue Eduardo Mignogna quien comenzara el proyecto, pero los avatares de la vida (en este caso, de la muerte) hicieron que el guión se suspendiera por un tiempo, hasta que el mismísimo Darin tomara la posta junto a Martin Hodara (quien fuera asistente de dirección de otro genial film nacional, “9 reinas) para hacerse cargo de la dirección de la historia.


¿Por qué recomendarla? A veces no hay palabras para explicarlo, pero en esta ocasión podemos encontrar siete que nos ayudan: un Film noir con todas las letras. Como si el espíritu de Raymond Chandler descendiera en nuestras pampas.

Los detectives tiene un aura similar al que inmortalizara Humphrey Bogart en el Halcón Maltes, y su oficina no dista de la de Sam Spade: el escritorio con sus sillas de madera, un ventilador a velocidad baja, la radio tocando un tango, una botella de whisky barato en un rincón todo abrazado por la inconfundible sombra que proyectan las cortinas.

Corvalan es un hombre golpeado por la vida, pero que se rebusca intentando hacer siempre lo correcto, a pesar de sufrir cada dos por tres. Santana tiene fe en el futuro, pero una lealtad indiscutible e inquebrantable con su amigo.

La Femme fatal dice también presente (como corresponde) con Julieta Diaz, al mejor estilo Rita Hayworth como Gilda, hace su entrada con un entallado vestido y fumando un cigarrillo con boquilla. Desborda sensualidad de los cincuenta cada vez que se hace presente.

Este universo de personajes melancólicos y dicotómicos, se complementa a la perfección con el mundo que los rodea y en cómo está representado en las imágenes proyectadas en la gran pantalla. Las luces que juegan con las sombras, la música nos lleva mas alla de los sentidos, los escenarios nos brindan verosimilitud al igual que cada uno de los detalles que embellecen la historia.

Un film distinto, un film con reminiscencias, un film noir argento que merece ser visto…


@vanemaz

Ahora podes mirala en Cuevana :)



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