jueves, 3 de noviembre de 2011

Contagio...¡ojo con lo que tocás!


Beth Emhoff vuelve a casa después de un viaje de negocios en Hong Kong. Hasta acá todo bien. 
Ya en casa, comienza a sufrir los síntomas de lo que parece ser una gripe pasajera de invierno o la consecuencia del jetlag (y algunas infidelidades en los destinos de escala). Pero Beth no está bien; transpira, no puede mantener su cuerpo en equilibrio y finalmente cae en la cocina de su casa, comienza a convulsionar y debe ser llevada urgentemente al hospital. Su esposo no entiende ni quiere entender nada…¿qué carajos le pasa a Beth? ¿y a esa bella ucraniana que camina con tacos altos? ¿y al chino que se toma el bondi? ¿y al pequeño hijo de Beth? Uno a uno van sucumbiendo en puntos distantes del globo, entre los días 2 y 3.

Así comienza Contagio, film del talentoso Steven Soderbergh (conocido por Traffic, Erin Brockovich, la saga de La Gran Estafa, Che, Sexo, mentiras y video) estrenado el pasado jueves en los cines de Rosario, film que tentó al Gabinete, que lo sedujo y lo llevó al encuentro de esa musa tan querida: la pantalla grande.

Soderberg nunca se anda con chiquitas, sin embargo, siempre logra su cometido porque logra desarrollar lo que ambiciona sin excesos narrativos ni sobresaltos de imagen, simplemente sabiendo combinar buenas dosis de personajes interesantes, bien pensados y cotidianos (defendidos por grandes actores), y buenas tomas, de esas que como una buena copa de vino tinto da placer pero no emborracha (no sé por qué usé esta metáfora…en fin).

No puede decirse que haya elegido un tema original o no abordado en el cine (lo que hace imposible no caer en ciertos lugares comunes), se sabe, las epidemias misteriosas son una anzuelo que siempre llama la atención del espectador, ávido de vivir del otro lado de la pantalla, esos desastres que sacan el instinto animal del ser humano, en el límite entre el “¿qué pasaría si?” mental que cada uno se hace en su cabeza y los datos que a veces nos hacen temer que suceda…es decir, la paranoia que muchas veces vivimos (recordemos lo que pasó con la GripeA en 2009) adobada al máximo con pimienta por los medios de comunicación, el temor que sale de nuestra psiquis y se instala en cualquier lugar más allá del imaginario, desde la mesa de casa o una charla en el bar de la facultad o en algún asiento de colectivo, hasta en lo de Chiche Gelblung, Discovery Channel, ¿Infinito? o cualquier noticiero del mundo (amarillo o de cualquier color).


Soderbergh acierta en narrar una historia coral que muestra los distintos aspectos del mismo problema (ya es un experto en este tipo de tratamiento narrativo, recordemos la gran Traffic), y le da en la tecla cuando no se deja seducir por la visión dramática-ultra apocalíptica (que seguro tiene explosiones) que abunda en estas temáticas fílmicas, conviertiendolo en un film distinto (que seguramente no bancarán todos los paladares). Casi sin chistar, de a poco pero a ritmo escalofriante, va desparramando hipótesis, locuras varias y escenas frías, grises, desoladas desde el paisaje y la vivencia de los personajes. A esto le suma el plus de las tomas con el foco en un detalle y la cámara en mano en varios pasajes, lo que contagia esta desolación al mismísimo espectador.

Todo esto vuelve a Contagio una buena opción (no apta para paranóicos y obsesivos), que vista en pantalla grande eleva sus efectos sensoriales a la décima potencia, con un plus de actores de luxe: Matt Damon, Laurence Fishburne, Jude Law, Gwynett Paltrow y las grossísimas Marion Cotillard (la AMO) y Kate Winslet.


Soderbergh sabe narrar, sabe enfocar, saber mover la cámara, sabe elegir a los actores, se mete con temas políticos y encima sabe usar los silencios….hay pocos así en el ecosistema cinéfilo, así que el Gabinete recomienda probarlo como lo harían con un buen brownie recién hecho acompañado con dulce de leche o helado de cualquier gusto…eso sí, antes lavensé las manos y pónganse mucho alcohol en gel!!!


GGss



3 comentarios:

Gise dijo...

Bueno, fui a a verla, y como corresponde, me quede dormida (si, lo se, soy una deshonra al Gabinete).
Muuucho no me enganche, pero puede ser debido a q cargaba con pocas hs d sueño, q pesaron mas q el interés por la epidemia.
Lo que si me provocó fue odiar aún más a los colectivos, ahora también peligro conciente de contagio de epidemias. Y si, provoca a comprar alcohol en gel portatil para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero.
Fuera de eso, Jude Law justifico mi entrada (pero ahi no hay motivos actorales de por medio en lo mas minimo ja!).
Y asi concluye mi comentario poco cinéfilo jeje (pero bueno, esta casi q cuenta como q la ví!)

Cristian Oliva dijo...

Soderbergh es un caso aparte...la crìtica lo adora y por el contrario a mi ni fu ni fa! Es más no recuerdo pelicula que no me haya sacado un bostezo. Esta no fue la exepción y cai rendido en el Monumental, hacia años que no me dormia en un cine y seamos sinceros el Monumental no se destaca especificamente por su comodidad...que se yo.

María Eugenia Del Zotto dijo...

Yo no puedo decir que lo adore...pero es verdad que la crítica lo hace (aunque he encontrado de todo en cuanto a este film....sentimientos encontrados).
Me gustó el enfoque que le dio el tipo, como me pasó con la peli sobre el Che. Y sabe usar los silencios, hay pocos hoy en día y eso le agrega un plus...Es cuestión de gustos, la mayoría de la gente muere con Tarantino y a mi no me mueve un pelo, no he disfrutado ninguna de sus pelis....
Por otro lado, dormirse en el cine no sé si es algo para tener muy en cuenta, la mitad de los que conozco se duerme y eso me ha llevado a atribuir el problema a otras causas...me parecería injusto echarle la culpa a Steven.